El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha anunciado este jueves que a partir de ahora se va a establecer la obligación legal de informar sobre las cuentas abiertas en entidades financieras situadas en el extranjero, dentro del plan de lucha contra el fraude fiscal que se aprobará mañana. Esta obligación afectará tanto a titulares como a beneficiarios o a aquellos que figuren como autorizados o con poderes en estas cuentas, ha detallado Montoro en el Congreso de los Diputados durante su defensa de las diversas medidas tributarias o administrativas dirigidas a la reducción del déficit público.
En cuanto a la regularización de rentas ocultas, el ministro ha hecho hincapié en que "no es una amnistía fiscal", sino "un gravamen sobre activos que están ocultos, y cuyo afloramiento será positivo para normalizar la actividad económica en nuestro país" y luchar contra la economía sumergida.Las rentas no declaradas que afloren antes del 30 de noviembre pagarán un gravamen del 8 % o del 10 %. Ha recordado que por primera vez en España se va a limitar el pago en efectivo a partir de los 2.500 euros tanto en operaciones mercantiles como de personas físicas con mercantiles.
"Situación excepcional"
Montoro ha añadido que "hay que elegir entre las opciones de recaudación en una situación excepcional" como el actual y el Gobierno ha elegido los instrumentos menos perjudiciales para el crecimiento económico, evitando así el uso de otros que dañarían el consumo y la demanda interna, como sería el caso de la subida del IVA. De hecho, el ministro ha expresado su "sorpresa" por la "simpleza" de los argumentos que -tanto dentro como fuera de España- abogan por la subida de este impuesto, cuando todas las previsiones apuntan a una caída del consumo, ha recordado."Si no es que esta propuesta se hace para profundizar en la crisis", ha sugerido el titular de Hacienda.
En cuanto a las modificaciones que se introducen en el impuesto de Sociedades, ha recalcado que "no estamos en una subida del impuesto que grava el beneficio", sino ante el cambio en la forma de liquidación y el fraccionamiento de pagos. El ministro ha insistido en que las medidas fiscales "vuelven a ser selectivas", e inciden en los agentes económicos con mayor capacidad para soportarlas en el corto plazo, además de que deben entenderse como modificaciones tributarias transitorias y vinculadas a "momentos extraordinarios que precisan medidas extraordinarias".