Las plusvalías de la cuenta que la Fundación Lucum abrió en el banco Mirabaud y de la que se benefició Juan Carlos I durante cuatro años, podrían ser un nuevo quebradero de cabeza con Hacienda para el rey emérito. Sólo en los años 2009 y 2012 ingresó por esta vía 6,5 millones de euros que no tributaron al fisco español y que se añaden a los 39 millones que debió pagar por las donaciones de Arabia Saudí y Bahrein.
Don Juan Carlos recibió 64,8 millones de euros en agosto de 2008 gracias a la donación saudí del rey Abdalá. A finales de 2009 había acumulado intereses a su favor por valor de 5,1 millones, lo que equivalía al 7,71% de la fortuna existente en aquel momento.
Con esas ganancias no se notaron las retiradas en efectivo que los gestores de la cuenta, Arturo Fasana y Dante Canonica, hacían periódicamente para el monarca. Así, cuando Fasana le entregó los balances de la cuenta a finales de ese 2009, el depósito contaba con 69,7 millones de euros.
En la documentación de la Fundación Lucum a la que ha tenido acceso Vozpópuli no aparecen las plusvalías logradas en 2010 ni 2011 que debieron tener plusvalías similares a la de 2009, pero sí las de 2012 cuando se procedió al cierre de la cuenta tras el escándalo de Botsuana y la decisión de Juan Carlos I de donar la totalidad de sus bienes en esta sociedad panameña a Corinna Larsen.
Al concluir 2011, la "fortuna" en la cuenta de Lucum -así lo definía el propio banco suizo- ascendía a 69,7 millones de euros. De ahí al 11 de junio de 2012 se retiraron casi cinco millones de euros -exactamente, 4.912.870 euros-, pero la gestión del dinero por parte de Fasana y Canonica generó unas plusvalías de 1.274.655 euros.
Es decir, había crecido el 2,14% en los 163 días de aquel 2012 en los que el depósito estuvo abierto. Gracias a ello, el saldo en la cuenta en Mirabaud del rey emérito quedó fijado en 66.265.293 millones de euros, la cifra que en principio tuvo que donar a Larsen antes de proceder al cierre de la misma.
Esos casi 6,5 millones de euros de plusvalías en 2009 y 2012 debían haberse notificado al fisco español. De haber regularizado dicha cantidad en aquel momento, el Emérito habría abonado a las arcas de la Hacienda española un total de 2,7 millones de euros (2,19 millones en 2009 y 510.000 euros en 2012, respectivamente).
"Juan Carlos I tendría que haber incluido en su declaración de IRPF los intereses de sus cuentas bancarias en España y, en su caso, fuera de España. De no haberlos declarado, podría incurrir en infracciones tributarias o, en su caso, en delitos fiscales", advierten a este medio desde Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda.
Ahora bien, el final de plazo de las declaraciones de Renta son anteriores a su abdicación, por lo que no podría ser imputado penalmente según el criterio actual de la Fiscalía. Sin embargo, "independientemente de su inimputabilidad, habría que pensar que por los eventuales delitos fiscales agravados por la renta de 2012, cualquier otro ciudadano podría ser perseguido penalmente hasta junio de 2023 siempre que la cuota defraudada supere los 600.000 euros anuales".
Otros 39 millones por satisfacer
Asimismo, expertos fiscales aseguran que en las donaciones de 64,8 millones del rey de Arabia Saudí y de 1,9 millones del rey de Bahrein habría que haberle aplicado una retención del 43,5% en las respectivas declaraciones de la renta de Juan Carlos I. Por lo tanto, Hacienda se tenía que haber quedado con unos 39 millones de euros de aquellos dos ingresos -el primero mediante transferencia bancaria y el segundo, en mano-.
El porcentaje es el resultante del sumatorio de la cifra inicial no declarada y también de los intereses de demora en el pago, que empezarían a correr a partir de 2017, tal y como ha publicado infoLibre. Así que a estos 39 millones habría que sumar los 2,7 millones de las plusvalías de 2009 y 2012, así como las de los años restantes con sus correspondientes intereses de demora. Una cifra total que, previsiblemente, se acercaría a los 50 millones de euros en el caso de que don Juan Carlos quisiese regularizar ahora su situación con Hacienda.