España

El año en el que Podemos se revolvió contra Yolanda Díaz

Pablo Iglesias, el líder en la sombra de los morados, bombardeó el proyecto de la 'dama roja' para dejar claro que el partido que creó merece respeto. La vicepresidenta, mientras, hace caso omiso

  • El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero -

Si pudiera viajar al 15 de marzo de 2021 y contarle a Yolanda Díaz que en menos de un año quien la ungió como gran esperanza de la izquierda, Pablo Iglesias, iba a esforzarse en dinamitar su liderazgo, probablemente no se lo creería. Pero ese ha sido el resumen de 2022: cuando Podemos se revolvió contra la 'dama roja'. Y todo porque la vicepresidenta segunda ha decidido seguir su propio camino sin tutelas ni tutías. Algo absolutamente inaceptable para los morados que han visto reducido su valor de mercado ante la emergencia de la ministra de Trabajo. Por eso ahora se revuelven y exigen "respeto".

Podemos sigue siendo, por mucho que pese a algunos, la principal fuerza política a la izquierda del PSOE. Eso no ha cambiado aunque la salida de Iglesias del Gobierno abriera una guerra cainita dentro de los partidos que conforman la coalición de Unidas Podemos por dominar el 'espacio'. Podemos, Izquierda Unida y En Comú Podemo están a la gresca día sí y día también. Todo es una cuestión de poder. También la pelea entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias que ha sumido a la izquierda en la incertidumbre y que ha hecho que Yolanda Díaz sopese adelantar la decisión sobre su candidatura bajo el paraguas de Sumar, su proyecto, que el propio presidente del Gobierno da por descontada.

En efecto, Pedro Sánchez necesita a Yolanda Díaz para seguir en Moncloa. El presidente mima a su vicepresidenta segunda frente al resto de ministros de Podemos. Se vio muy bien tras el lío de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en plena crisis de la ley del 'sí es sí'. Ni Montero se atrevió a decir que se siente respaldada por su jefe en el Gobierno, ni el líder del PSOE abrazó públicamente a Montero. Sánchez sabe que la pugna entre los morados y su ministra de Trabajo, jaleada por Iglesias será descarnada. Y eso es toda una afrenta a la dupla electoral que quiere formar con ella y que no puede aceptar en modo alguno.

En busca del protagonismo de antaño

Díaz ha sido bombardeada con fuerza desde que arrancó el curso político por Iglesias y su ejército de acólitos en busca de protagonismo. El partido morado considera logrado su gran objetivo en el año de Yolanda Díaz: volver a tener el protagonismo de antaño, aunque no sean la mitad de la mitad de la mitad de sugerentes que fueron cuando irrumpieron con fuerza en la escena política.

El sentir de la dirección morada es que vuelven a ser un referente en la izquierda gracias a la estrategia 'victimista' de denuncia de los ataques de los medios de comunicación. Podemos, por ejemplo, se ve ganador del envite al periodista Antonio García Ferreras y del resultado del lío andaluz. La coalición Por Andalucía fue un desastre de principio a fin y el análisis del partido es que lo fue porque ni Izquierda Unida ni Más País, que les dejaron fuera de la coalición "por un error", siguieron su camino. En plata: sus tesis ganan, porque son los listos de la izquierda.

Podemos convoca un consejo estatal para 'vigilar' el estreno de Yolanda Díaz
Ione Belarra, Yolanda Díaz e Irene Montero en Madrid.EUROPA PRESS

El aparato del Podemos no va a tolerar que sus territorios se entreguen por su cuenta a la vicepresidenta segunda. La dirección en Madrid quiere manejar el proceso. Y Díaz se niega a ceder a los morados y a Iglesias el control de su proyecto político. Para más inri, Podemos amaga con ir por su cuenta en las generales si finalmente no hay entente con Sumar, donde ya no se diluirán. En todo caso se coaligarán de tú a tú.

Una relación de interés

Los dardos morados a Yolanda Díaz responden a una doble derivada. Por un lado, presionarla para arrancarle una cuota de poder que garantice la supervivencia de sus principales activos políticos (Irene Montero e Ione Belarra) y, por otro, diferenciarse de ella de cara al electorado más de izquierdas. Pese a que Díaz es la preferida para encabezar la reconversión del espacio de Unidas Podemos, las bases del partido no están del todo alineadas con sus resultados. Cabe recordar que ni les llenó de alegría la reforma laboral ni el apoyo al envío de armas a Ucrania. Con esa presión, los morados pretenden dejarle claro a su lideresa que los votantes de Podemos deben ser atendidos si pretende contar con ellos. Porque si no, en Podemos ya tienen alternativa: Irene Montero, toda una 'candidatable' forjada a golpe de crisis..

En verdad, pese a los esfuerzos de Yolanda Díaz por apartarse de la desgastada marca morada, en el fondo, el cuartel electoral de la vicepresidenta sabe que el grueso de sus apoyos en caso de que decida concurrir como candidata a la presidencia vendrán de los simpatizantes de los partidos a la izquierda del PSOE. Y ahí Podemos sigue siendo la superestrella. Pero Díaz intenta atrapar más votos. Por eso, se lanzó a seducir a los electores socialistas con su grupo de 35 expertos, algunos de ellos de claro perfil socialdemócrata.

En la sede de Francisco Villaespesa creen que Yolanda Díaz ha cometido el gran error de darles por muertos, algo que evidenció, piensan en Podemos, apoyando el veto del PP a Victoria Rosell, la candidata morada para entrar en el Poder Judicial. Aunque todavía apuestan por aliarse con la 'dama roja' por ser la mejor candidata posible por mucho que Sumar les siga generando incertidumbre. Podemos creía que a estas alturas de año, los planes de la 'dama roja' se habrían definido.

La molestia de Iglesias

En el equipo electoral de Sumar molesta mucho la influencia de Pablo Iglesias, porque le consideran un estorbo para la reconfiguración de la izquierda a la izquierda del PSOE. El razonamiento que hacen es que si ahora el exlíder morado vive de análisis políticos en medios y en su pódcast, que se dedique a ellos y a no a la política pura y dura en actos de partido que, además, cierra como si aún fuera el máximo dirigente del partido. Es más, le llegan a desafiar advirtiéndole de que vuelva si se dedica a hacer política.

Aunque en público la ministra de Trabajo sea prudente, su entorno está harto e intenta cortar de raíz la ínfula de Iglesias, a quien algunos sectores de la militancia morada comienzan a ver con ganas de estar de nuevo en primera línea agitando a los suyos ante el posible desembarco de PP y Vox en La Moncloa.

El exdirigente de Podemos sigue marcando la línea del partido a través de sus tribunas en prensa y de sus intervenciones en algunas de las tertulias radiofónicas más escuchadas de España, consciente de que puede ganarle el pulso a Yolanda Díaz. Iglesias no tendrá reparo alguno en acelerar hasta el final. Casi hasta el punto de provocar el accidente que deje el coche de la izquierda siniestro total.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli