España

Podemos se arroga el 'giro rojo' de Sánchez: "Nos beneficia más que perjudica"

Los morados no temen que el presidente del Gobierno les aspire porque creen que tras dos años machacando al PSOE los ciudadanos saben que ellos son la izquierda pura

  • (I-D) La ministra de Igualdad, Irene Montero; la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 6 de julio en Madrid. -

Que Yolanda Díaz y Podemos no son lo mismo lo dijo Pablo Iglesias. El cuartel general morado hace sus propios cálculos electorales al margen de Sumar, el proyecto político de la vicepresidenta segunda. Por eso, el 'giro rojo' del presidente del Gobierno, cuyo impuesto a las energéticas y a la banca -tomado del ideario morado-, deja sin espacio político a la ministra de Trabajo, no preocupa en absoluto a Podemos.

Fuentes del partido aseguran que el volantazo social de Sánchez les beneficia más que perjudica, aunque sí admiten que puede robarles algún voto. Pero lo cierto es que están convencidos de que tras dos años machacando al PSOE los ciudadanos saben que ellos son la izquierda pura. No solo frente a los socialistas, sino frente a la propia Yolanda Díaz, que insiste en salir de las esquinas ideológicas.

En verdad, los morados quieren controlar al electorado más de izquierdas para atar en corto a la 'dama roja'. Es una batalla de fuerzas en la que Podemos quiere tener músculo para imponer línea y nombres. Los de Ione Belarra no están dispuestos a perderse en la irrelevancia. Por eso, han ascendido a la secretaria de organización del partido a secretaria de Estado de Agenda 2030 en sustitución del comunista Enrique Santiago. Toda una venganza servida en plato frío tras el roce en Andalucía.

Un presidente vestido de morado

Sánchez se vistió este viernes de Podemos. El líder socialista, que hizo balance de su mandato al cierre del curso político sin corbata para contribuir al ahorro energético, presumió de que las medidas que está tomando su gabinete para frenar la escalada de la inflación y que están provocando las iras de los principales rostros de la banca y de las energéticas, son las adecuadas: "Si protestan [Botín y Galán], vamos en la buena dirección", lanzó.

En verdad, el presidente del Gobierno lleva varios meses asistiendo a una lucha dentro de su núcleo duro entre Félix Bolaños y Óscar López. Por el momento, ha ganado el ministro de Presidencia porque el líder socialista ha seguido la tesis de Bolaños de echar pegamento a la coalición con Unidas Podemos gracias a las medidas anticrisis que tanto le han reclamado los morados los últimos meses.

Y es que Bolaños es partidario de seguir una línea muy de izquierdas, mientras que López se empeña en romper con Yolanda Díaz y con el resto de Unidas Podemos dentro del Consejo de Ministros para despejar el liderazgo de Sánchez. Pero el ministro de Presidencia es un político especialmente pragmático. Las fuentes consultadas no dudan en señalarle como uno de los "más inteligentes" dentro del coro que rodea a Pedro Sánchez. Él ha entendido, y así se lo ha susurrado al presidente del Gobierno, que el PSOE no puede gestionar la crisis económica como durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Más medidas y empatía

El núcleo duro de Moncloa es consciente de que solo abrazando a la izquierda el PSOE puede movilizar a los votantes progresistas que les llevaron al poder y que el radar demoscópico de la presidencia, capitaneado por la ex del colectivo 'Politikon' María Ramos, detecta desesperanzados y dispuestos a quedarse en casa en una nueva cita electoral.

Por eso, en parte, Sánchez tiró de bazuca para disparar el hachazo fiscal a energéticas y bancos de 7.000 millones y de chequera con la gratuidad del servicios de Cercanías y media distancia y las becas de 100 euros mensuales a estudiantes ya becados. Pero no solo. El próximo lunes ahondará en la batalla contra la inflación y propondrá a la Comisión Europea intervenir más el mercado energético para frenar "el gran problema" del país.

Sánchez volvió a responder a la desidia ciudadana que tiene a los españoles desconectados de la política; más pendientes de los letreros con los precios del combustible en las gasolineras. Solo el tiempo y el devenir de las medidas dirá si Moncloa acierta pulsando la tecla que el presidente apretó este viernes. Sánchez incide en que es consciente de las dificultades que atraviesan los españoles, está por ver si los españoles se sienten escuchados. El PSOE le echa "alma" a lo que queda de legislatura.

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