España

PSC, IU y Podemos configuran un 'frente federal' para cambiar el modelo territorial de España

Representantes de las tres formaciones se reúnen en torno a los postulados de la plataforma de intelectuales 'Federalistes d'Esquerres'. Juan Carlos Monedero rechaza una reforma de la Constitución que sea "controlada por las cúpulas" de los partidos y aboga por una ruptura con la Transición. Miquel Iceta reclama una 'ley de Claridad' como en Canadá si no prosperase un referéndum sobre el derecho a decidir. 

Coincidencia en el fin último, pero divergencia en las vías para alcanzarlo. Así se resume el coloquio organizado este lunes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid por la plataforma de intelectuales Federalistes d'Esquerres, donde participaron el secretario general del PSC, Miquel Iceta, el número dos de Podemos, Juan Carlos Monedero, y el candidato a encabezar la lista de IU a la Moncloa Alberto Garzón. El título de la mesa redonda, La solución federal de las izquierdas, planteaba varias cuestiones: ¿Es el federalismo la mejor solución para el encaje de la diversidad en España? ¿Qué ventajas tendría un modelo federal respecto al actual modelo autonómico? ¿Lo conciben las izquierdas de la misma manera? 

Los tres ponentes se mostraron partidarios del federalismo y abrieron la puerta a unir fuerzas en la defensa de un cambio del modelo territorial de España en este sentido. "No vamos a encontrar solución si no intentamos entendernos a nosotros mismos", enfatizó Monedero. Sin embargo, las discrepancias afloraron sobre el camino a tomar para llegar a esta meta. En su caso, Miquel Iceta (el interviniente que más profundizó en la cuestión federal) destacó que el federalismo, sistema que abraza el PSOE de Pedro Sánchez, "es la mejor forma de organizar una sociedad que se caracteriza por las soberanías compartidas". De este modo, apostó por una "reforma federal", que, a su juicio, debería ser votada, ya que así "daríamos la oportunidad a todo el mundo de votar un nuevo acuerdo", ha remarcado.

En esta línea, Iceta abogó por una nueva redacción de la Constitución que permita un "referéndum" sobre el modelo federal. En caso de que la respuesta del electorado fuese negativa, el líder del PSC recalcó que la única salida sería la aprobación de una 'ley de Claridad' como en Canadá, es decir, una norma aprobada por las Cortes que posibilitaría la consulta sobre una eventual secesión. Uno de los principales defensores de esta fórmula es el diputado socialista y exalcalde de San Sebastián, Odón Elorza, presente en la sala. 

Por su parte, Juan Carlos Monedero afirmó que "es injusto que se olvide la España rica y plural por los intereses electoralistas de algunos sectores políticos", señalando fundamentalmente a CiU y los otros partidos que respaldaron el 9-N (ERC, ICV y CUP). "En Cataluña hay una vertiente identitaria que está haciendo daño y alimenta odio", advirtió. Y añadió: "Mientras discutimos cuestiones identitarias, CiU y PP siguen gobernando y sacando adelante políticas muy parecidas". 

Monedero apeló a "un proceso constituyente desde abajo, sin padres de la Constitución solventando problemas en restaurantes secretos", en alusión a Abril Martorell y Alfonso Guerra

Si bien Monedero insistió en que Podemos aún tiene que definir su programa, el profesor de la Complutense aseguró que "la solución pasa por federalismo". Sin embargo, fue aquí donde se distanció de los ponentes de PSC e IU al reclamar "partir desde cero". El colaborador de Pablo Iglesias sugirió así una ruptura con los acuerdos que salieron de la Transición. En este contexto, Monedero rechazó cualquier cambio constitucional que sea "controlado por las cúpulas" de los partidos. Insistió en un "proceso constituyente desde abajo, sin padres de la Constitución solventando problemas en restaurantes secretos", como hicieron -relató entre abucheos del público- "Abril Martorell y Alfonso Guerra en el restaurante José Luis".

En su intervención, el portavoz de Podemos llegó a decir a Miquel Iceta que "la Bolsa y los mercados votan todos los días y hacen cambiar la constitución", poniendo el ejemplo de la reforma del artículo 135 de la Constitución, que, en su opinión, se produjo "por imperativo de la troika". El líder del PSC le respondió que el Grupo Parlamentario Socialista va a votar con IU en el Congreso para corregir dicha reforma de la Carta Magna que pactó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con el PP en la pasada legislatura. Este anuncio fue aplaudido en la sala, donde también se encontraban, entre otros, los socialistas catalanes Carme Chacón, Josep Borrell y Teresa Cunillera; el exlehendakari Patxi López; el secretario general del PCE, José Luis Centella; su predecesor, Francisco Frutos; el exeurodiputado de IU Willy Meyer; el exmagistrado del Tribunal Constitucional Francisco Rubio Llorente o el historiador José Álvarez Junco.

El mensaje rupturista y rebelde de Monedero no fue secundado por el diputado de IU Alberto Garzón, que se sitúo más próximo a Iceta al abogar por una reforma "urgente" de la Constitución, pero sin dinamitar sus cimientos. "No comparto que haya que empezar de nuevo. En la Transición se hizo todo lo que se pudo, pero no todo lo que era correcto", precisó el parlamentario de IU. Según manifestó, "el federalismo no debe verse como solución a Cataluña: es una solución para el Estado español que está desbordado".

"Pareces de Podemos" "Y tú pareces de Izquierda Unida"

Garzón defendió el derecho a decidir de los catalanes y propuso incluirlo en los referéndum que defiende su partido: además del caso de Cataluña, llamó a preguntar a la ciudadanía sobre la auditoría de la deuda o el tratado de libre comercio. En lo que sí coincidió Garzón con Monedero fue en instar a la apertura de un "proceso constituyente" desde la calle y en alertar de que una reforma constitucional "por la vía de la negociación en los despachos es una vía muerta". Esta argumentación fue objeto de confidencias entre ambos. Monedero, exasesor de Gaspar Llamazares, le soltó en voz baja al joven diputado: "Pareces de Podemos". Ante ello, el candidato a liderar la lista de IU en las generales le contestó: "Y tú pareces de Izquierda Unida".

"El federalismo no debe verse como solución a Cataluña: es una solución para el Estado español que está desbordado", sostiene Alberto Garzón (IU)

'Federalistes d'Esquerres' (Fed) se presentó el pasado septiembre con el propósito de reclamar una reforma de la Constitución para "federalizar" el Estado. Sus integrantes no se define "ni unionistas, ni neounionistas, ni unionistas light", sino que su apuesta es la promover la reflexión sobre el federalismo y "demostrar que es posible el diálogo con el resto del Estado", donde también hay interés por actualizar la Carta Magna a los nuevos tiempos. 

Esta asociación, aunque está integrada por quienes se han movido o se mueven todavía en la órbita del PSC e ICV, no se identifica con ningún partido. Tampoco pretende ser un lobby ni una "asamblea nacional catalana federalista" marcando así distancia con el modelo de organizaciones civiles (ANC y Ómniun Cultural) que influyen sobre las formaciones soberanistas (CiU y sus socios). Está presidida por el catedrático de Filosofía Contemporánea de la Universidad de Barcelona (UB) Manuel Cruz.

Un mal recuerdo a "tiempos dictatoriales"

Con motivo de la consulta secesionista del pasado 9-N, 'Federalistes d'Esquerres' elaboró un manifiesto bajo el título Por una democracia de todos según el cual el simulacro de referéndum "presenta carencias gravísimas en un Estado de Derecho", subrayando que la Generalitat ha "quebrado la lealtad institucional" y ha "violado sus deberes estatutarios". "Todo ello describe un cuadro, que parece corresponder a tiempos dictatoriales", sostiene el documento que redactaron un grupo de juristas de la asociación, entre ellos el decano de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Joan Botella; el exfiscal anticorrupción y exeurodiputado de Podemos Carlos Jiménez Villarejo; y el exletrado mayor del Parlament Ismael Pitarch.

El germen de 'Federalistes d'Esquerres', un año antes de su puesta de largo, fue la confección en octubre de 2012 (justo antes de la últimas elecciones catalanas) de un manifiesto contra la independencia. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, había convocado a las urnas dentro su hoja de ruta secesionista. El texto, denominado Crida (llamada) a la Catalunya Federalista y d'Esquerres, reivindicaba una salida a la crisis institucional en esta comunidad y advertía de la puesta "en peligro" de la "cohesión social". Los firmantes, en torno a un centenar de intelectuales, acusaban a CiU de "haber consumado en muy poco tiempo un giro estratégico y oportunista, poniéndose al frente de un movimiento independentista".

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