No hay un pacto cerrado para la investidura, como tampoco un acuerdo para el día después, llegada la hipótesis de que Pedro Sánchez se vea en la tarea de tener que formar Gobierno. Pese a ello, desde Podemos ya se le han empezado a trasladar al PSOE mensajes sobre las fronteras que deberá respetar, más allá de convertir a Pablo Iglesias en vicepresidente, una condición interpretada en Ferraz como la señal inequívoca de que el pacto a la portuguesa ha quedado herido de muerte. La novedad es que Iglesias no está dispuesto a tragar con Jordi Sevilla como responsable de Economía de un Gabinete cuya vida dependería de los votos de la izquierda radical en el Parlamento.
El exministro Jordi Sevilla, aseguran en Ferraz, encajaba bien en un pacto del PSOE con Ciudadanos
Sevilla aterrizó en Ferraz en junio pasado como una demostración de Pedro Sánchez a las grandes empresas y a los mercados de que si llegaba al Gobierno no iba a hacer ninguna tontería. En otras palabras, que la alternativa socialista no albergaba riesgo alguno de volver a la época de Zapatero, sino que más bien supondría una señal de cierta continuidad en los aspectos fundamentales de la política económica: respeto a la estabilidad presupuestaria, mantenimiento de los ejes básicos de la reforma laboral y compromiso cabal con las reformas pendientes. Lo que en el lenguaje del Partido Socialista supondría no dar saltos en el vacío y modernizar la economía, en el de Podemos se simplifica de esta forma: “No vamos a avalar políticas neoliberales como las que siempre ha defendido Sevilla”.
Este es el aviso que algunos dirigentes de Podemos han trasladado a altos cargos del PSOE porque para Pablo Iglesias y su cohorte, el exministro de Zapatero es, antes que nada, “un neoliberal”. Quienes dentro de Podemos han establecido también contactos con altos representantes del Ibex, hecho del que se ha tomado buena nota en La Moncloa en las últimas semanas, saben lo que Sevilla fue prometiendo durante la reciente campaña electoral a los grandes empresarios: políticas reformistas que no pusieran en riesgo la recuperación económica, aprovechando los márgenes de unas cuentas públicas constreñidas por el gasto en pensiones, los intereses de la deuda y las prestaciones por desempleo. En suma, nada revolucionario.
Margen para la agenda social
La rebaja del precio del petróleo hasta los 28 dólares barril en unos Presupuestos como los ahora vigentes que han tomado como referencia los 54 dólares ofrece, sin embargo algún espacio de maniobra que el PSOE estaría dispuesto a aprovechar desde el Gobierno, en lugar de para reducir la deuda, para aumentar el gasto social. “Habría cierta capacidad para hacer algunos gestos dentro de un margen ciertamente reducido”, aseguran fuentes socialistas. En este espacio encajarían algunas medidas comprometidas por Sánchez en campaña como la subida progresiva del salario mínimo, la introducción de una renta mínima vital o la reducción de la pobreza infantil, algo que Podemos también defendió en su programa.
"No avalaremos políticas neoliberales como las defendidas por Sevilla", aseguran en Podemos
Buena parte de los dirigentes socialistas opina que Sevilla hubiera encajado a la perfección en un pacto de Gobierno con Ciudadanos, que era el previsto por Pedro Sánchez, pero es un perfil que chirría con Podemos. En breve, aseguran en su partido, se sabrá en que queda el intento del exministro de regresar a la política, motivado solo por la apuesta de que el PSOE vuelva al Gobierno. En caso de que este objetivo no se cumpla, Sevilla tiene pensado regresar al sector privado, en concreto al sector de la consultoría, donde el actual ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, le encontró acomodo cuando abandonó el Gabinete de Zapatero.
¿Quieres participar en la conversación?