Si Podemos persigue el sorpasso al PSOE sumándose a Izquierda Unida en las próximas elecciones, los socialistas no aguardarán como meros espectadores a que se produzca el desastre. Su objetivo en los dos meses que faltan para la convocatoria de los nuevos comicios es romper a la formación morada y fomentar la disidencia que ya han comenzado a detectar en las Mareas gallegas y en Comù Podem, las dos plataformas que concurrieron con la formación morada junto a Compromís y que sumaron, en total, 69 diputados. 42 de ellos obtuvieron el escaño con la marca propia de Podemos. La apuesta de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, a favor de un Gobierno de cambio fue recibida este jueves por los socialistas como un regalo caído del cielo, que posiblemente exhibirá este viernes Pedro Sánchez en su segunda sesión de investidura, previsiblemente fallida.
La apuesta de Manuela Carmena a favor de un Gobierno de cambio ha sido recibida por los socialistas como un regalo
Los socialistas han elaborado su propio relato de la sesión de investidura del miércoles y concluyen que el duro ataque lanzado por Pablo Iglesias al PSOE respondió a la necesidad que tenía de garantizarse que en la votación de hoy no se producirán fugas entre los diputados de Podemos que pueden ver con simpatía, al igual que Manuela Carmena, un Gobierno de cambio.
“Pablo Iglesias va a intentar por todos los medios que los 69 diputados de Podemos y sus confluencias no se aparten de su obediencia y eviten seguir el ejemplo de los cuatro de Compromís”, explica un alto cargo socialista que interpreta en esta clave la severa arremetida lanzada por Iglesias contra el PSOE en el debate, cuando acusó a este partido de haber puesto los cimientos de la gran coalición con el PP en el pacto con Ciudadanos y de arrastrar en su historia episodios tan poco edificantes como el terrorismo de Estado.
Intento de evitar hoy una fuga de votos
Según se espera en el PSOE, Iglesias acabará enfrentándose más pronto que tarde a la indisciplina de parte de los 6 diputados gallegos de En Marea y de los 15 obtenidos por los catalanes de En Comú Podem, “muchos de los cuales hubieran votado este viernes de buen gusto a favor de Pedro Sánchez” si se dan por buenos los mensajes que en las últimas semanas fueron trasladando a algunos diputados del PSOE. “Está claro que Iglesias ha querido evitar desde el principio una posible fuga de votos, alarmado por las versiones que corrieron, incluso, sobre el posible absentismo de algunos parlamentarios de su cuerda para facilitar un Gobierno de progreso”, razonan estas fuentes.
Este apoyo a Sánchez en la investidura estaría plenamente justificado por parte de estos diputados que concurrieron con Podemos a las pasadas elecciones, teniendo en cuenta las alianzas que mantienen con el PSOE en algunos ayuntamientos de sus comunidades y las altas posibilidades que hay de que en Galicia se forme en otoño un Gobierno de coalición entre las Mareas y el Partido Socialista. En el acercamiento entre esta última formación y Compromís ha jugado un papel esencial su alianza en la comunidad valenciana, pues gracias a ella Joan Ribó es alcalde de Valencia y Ximo Puig presidente de la Generalitat.
"Iglesias parece un discípulo disciplinado de Julio Anguita", afirman en el PSOE
Los contactos entre los socialistas y los diputados gallegos para investir a Sánchez estuvieron muy avanzados, pero empezaron a torcerse cuando el PSOE solemnizó el acuerdo alcanzado con Ciudadanos. Han pasado desde entonces 11 días y todas las esperanzas de que Podemos acabe votando la investidura se han desvanecido.
“Iglesias parece un discípulo disciplinado de Julio Anguita y no le importa emplear, incluso, las mismas frases que le hicieron célebre”, aseguran en el PSOE, convencidos de que el líder de Podemos ha releído con atención algunos de los discursos que el antiguo coordinador de IU hizo en el Congreso para acabar con Felipe González por el episodio de los GAL. Si había alguna posibilidad de que algún diputado de Podemos cuestione en alto el rechazo a la investidura de Sánchez, después de oír a Iglesias ha quedado liquidada, explican en el grupo parlamentario socialista.
Con este panorama, los contactos que pueda haber entre el PSOE y Podemos a partir de la semana que viene se consideran en las filas socialistas un mero paripé cara a la galería.
