Una abstención por parte de diputados del PSOE, ahora en manos de una gestora, para investir al presidente popular, Mariano Rajoy, haría saltar por los aires el apoyo que presta Podemos a los gobiernos autonómicos socialistas. Esta idea, que había sobrevolado la estrategia de la dirección morada en las últimas semanas ante el negro futuro de Pedro Sánchez y la presión de los críticos, cobra ahora fuerza en la formación de Pablo Iglesias, según fuentes del aparato consultadas por Vozpópuli.
En la dirección de Podemos están a la espera de la decisión que adopte sobre la formación de Gobierno el próximo Comité Federal extraordinario del PSOE, cuyo convocatoria corresponde a la gestora que encabeza el presidente de Asturias, Javier Fernández. Este Comité deberá decidir si mantiene la última resolución vigente, es decir, la del no a Rajoy acordado tras el 20D o, en cambio, opta por revisarla y transita hacia la abstención que sirva al jefe del Gobierno en funciones para salir elegido y revalidar su mandato en La Moncloa.
Sin embargo, y aunque se barajan el 8 y el 15 de octubre para ese primer cónclave sin Pedro Sánchez como secretario general, todavía no hay fecha oficial. Lo único fijo es que, salvo una investidura exprés de Rajoy en la segunda quincena de octubre, el 31 de octubre expiraría la segunda legislatura fallida y se convocarían terceras elecciones.
Los grupos parlamentarios del PSOE tendrán ahora una mayor dificultad para conseguir el respaldo de Podemos
Pero antes de que ello ocurra, lo que les permitiría, no obstante, convertirse en fuerza hegemónica de la izquierda, los dirigentes de Podemos van a tratar de hacer todo lo posible en estas cuatro escasas semanas por impedir un gobierno del PP. Dado que ello se antoja difícil por circunstancias ajenas, en la cúpula morada ya empiezan a articular la que será su hoja de ruta ante un eventual gobierno de Rajoy facilitado por los socialistas. En el debate iniciado se va imponiendo un movimiento “obligado”, comentan fuentes del aparato: retirar el apoyo territorial a los gobiernos autonómicos del PSOE, tras “ponerse al servicio” del PP. Las mismas fuentes del aparato sostienen que “los acuerdos con los barones críticos perderían sentido”.
La retirada de este apoyo no será homogénea, ya que en cada comunidad de las gobernadas por el PSOE hay una relación distinta entre Podemos y los socialistas. Sin embargo, lo que sí anticipan dichas fuentes internas es que los grupos parlamentarios del PSOE tendrán ahora una mayor dificultad que antes para conseguir el respaldo de la fuerza emergente en votaciones clave.
En Castilla-La Mancha, el pacto de investidura está roto desde la pasada semana y en Extremadura también se ha puesto fin a una etapa de entendimiento. En Aragón, todavía no ha habido divorcio, pero la participación de presidente socialista, Javier Lambán, en la maniobra de los críticos para apartar a Sánchez (fue él quien le dijo el sábado a la cara que ya no era secretario general del PSOE) no ha pasado inadvertida en Podemos Aragón. En la Comunidad Valenciana, el Acuerdo del Botánico suscrito por el PSOE de Ximo Puig, Compromís y Podemos también puede quedar en papel mojado.
El denominador común en estos casos es que, a ojos de la formación morada, no sólo se han incumplido buena parte de los compromisos adquiridos, sino que ahora estarán “secuestrados” por la continuidad del PP en el gobierno central “gracias a estos barones socialistas”, argumentan las mismas fuentes.
El secretario de Organización de Podemos y responsable en Aragón, Pablo Echenique, aseguró la semana pasada que los acuerdos autonómicos con el PSOE serían sometidos a una “permanente evaluación”. Después de lo ocurrido el fin de semana, con la salida de Sánchez, Echenique ve así el nuevo panorama: “Si la hoja de ruta de este sector (el que defiende que gobierne el PP) sigue avanzando y sigue marcando hitos, más pronto que tarde culminará con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España”. A su juicio, será “un Gobierno que continuará con las políticas centralistas, de asfixia austeritaria de las comunidades autónomas y, por tanto, lesivas para Aragón. Si esto acaba ocurriendo, Podemos Aragón seguirá firme del lado de las necesidades de la gente corriente de nuestra tierra”, adelanta. Echenique pretende reunirse este martes con CHA e IU para estudiar una ruptura del pacto con Lambán.
‘Reflexión’ el sábado
Mientras tanto, el 8 de octubre es también el día que Podemos prevé celebrar su Consejo Ciudadano estatal, máximo órgano entre congresos, conformado por los principales cargos de la organización así como por los secretarios autonómicos. Tras el derrocamiento de Sánchez, la formación morada sólo tiene ahora posibilidad de retrasar al próximo domingo dicha reunión, ya que el reglamento de Podemos establece que no pueden transcurrir más de tres meses entre Consejos. El último fue el 9 de julio.
El propio Echenique declaró la pasada semana que de esta cita, donde pablistas y anticapitalisas, por un lado, y errejonistas, los más aperturistas, por otro, podrán enfrentar sus posiciones estratégicas, no saldría ninguna línea de actuación respecto al PSOE. Esperarían, explicó, a que el equipo de Sánchez les trasladara una propuesta formal para la formación de un gobierno alternativo. Sin embargo, con la caída del secretario general de los socialistas, el pesimismo en este sentido se ha apoderado de los dirigentes de Podemos. Creen que la victoria de los críticos, con Susana Díaz al frente, “liquida” ese ánimo de entendimiento.