La Policía Nacional ha enviado a las diferentes comisarías del territorio nacional una instrucción interna con un protocolo de seguridad ante la avalancha de cartas bomba, que dejó un herido en la Embajada de Ucrania y obligó a desplegar a los agentes especializados en otros puntos sensibles, incluido el Palacio de La Moncloa por un paquete dirigido a Pedro Sánchez. En este documento, al que ha tenido acceso Vozpópuli, se insta a "extremar las precauciones" para "minimizar las posibles consecuencias de su eventual detonación".

"Instrucciones para extremar precauciones con posibles sobres con contenido explosivo en puntos de seguridad". Así reza el asunto de la instrucción de la Policía que están recibiendo los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Este diario ha consultado el remitido por la Comisaría Provincial de Cádiz, en el que aborda las medidas a adoptar tras la "remisión de un paquete bomba a la Embajada de Ucrania en Madrid" y "de otros envíos de idénticas características a otras dependencias de diversas localidades de España".

La instrucción está fechada el día 1 de diciembre. Cabe recordar que hasta esa fecha se registraron seis paquetes bomba: el ya citado de la legación diplomática ucraniana, los dirigidos a Pedro Sánchez y a Margarita Robles, el detectado en la Embajada de Estados Unidos en Madrid, el de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, y el de la empresa de armas Instalaza, ubicada en Zaragoza y fabricante de los lanzagranadas C90 que España donó a Kiev para hacer frente a las embestidas del ejército ruso.

Precisamente, este sábado ha trascendido que la Policía Nacional ha localizado el origen de los envíos de las cartas con explosivos en la provincia de Valladolid, aunque todavía no se ha identificado a ninguna persona como posible responsable, según consta en un informe policial remitido el viernes por la tarde al Juzgado de la Audiencia Nacional que investiga los hechos.

"Se activa al abrir el paquete"

Con la instrucción fechada el 1 de diciembre, los mandos de la Policía ordenan a los puntos de seguridad estática de las dependencias oficiales "extremar las precauciones" ante la eventual recepción de envoltorios "con idénticas características a los envíos ya localizados". Todos los paquetes intervenidos tienen características idénticas, por lo que la instrucción da detalle de los sobres para que los agentes estén en alerta en caso de recibir uno similar.

En concreto, según reza la instrucción, los paquetes tienen unas dimensiones de 20x10 centímetros, están envueltos en cartón de color marrón, no tienen remitente y cuentan con un sello de Correos adherido con valor de 2,70 euros, cuyo fondo presenta el Monte de Santa Tecla en el municipio de La Guardia (Pontevedra). "SE ACTIVA AL ABRIR EL PAQUETE [sic]", advierte la nota interior.

Los jefes solicitan a los agentes que, en caso de tener entrada de algún envío que se corresponda con las características descritas, se abstengan de manipularlo y procedan a informar "de inmediato" a la cadena de mando. También piden que se tomen las precauciones y medidas de seguridad necesarias para minimizar las posibles consecuencias de su eventual detonación.

Refuerzo de medidas de seguridad

Del mismo modo, el Ministerio del Interior ha reforzado la seguridad en embajadas, edificios consulares e infraestructuras críticas. Un refuerzo que se mantendrá de manera indefinida, hasta que se dé por concluida la oleada de cartas bomba que amenazan la seguridad de estos enclaves estratégicos. En cualquier caso, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska descarta aumentar el nivel de alerta antiterrorista -actualmente se encuentra en cuatro sobre cinco- al no encontrar "elementos de suficiente entidad" para tomar una decisión de esta envergadura, afirmó el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez.

En comisarías, embajadas e infraestructuras críticas, pero también en emplazamientos militares. Según ha podido saber Vozpópuli, el departamento que dirige Margarita Robles también ha reforzado la seguridad en acuartelamientos y otras dependencias después de que la Base Aérea de Torrejón de Ardoz y el Ministerio de Defensa recibieran sendos paquetes bomba. En el primer caso se logró neutralizar la carta sin llegar a detonarla, una prueba clave para la Policía Científica, que analiza el contenido y el mecanismo de los sobres en busca de posibles pistas que conduzcan al autor de los envíos.

Prueba de ese refuerzo en las medidas de seguridad fue el episodio que tuvo lugar este jueves en el Cuartel General del Ejército del Aire, cuando se detectó "una caja metida en un cubo con plástico" que despertó las sospechas de la seguridad, indican fuentes consultadas por este diario. A partir de ahí se activó el protocolo e inmediatamente se desplegó un cordón de seguridad en torno al emplazamiento militar, así como un equipo Tedax de la Policía Nacional que detonó el bulto de forma controlada. Entonces se pudo comprobar que no contenía carga pirotécnica, sino una pila de "papeles".

Medidas de seguridad que atienden a una situación inédita. Fuentes policiales indican que la gran diferencia respecto al episodio que se vivió en vísperas de las elecciones autonómicas de Madrid de mayo de 2021 -cuando Fernando Grande-Marlaska, la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, recibieron sobres con balas- radica en la peligrosidad de los actuales envíos, que registran una deflagración en caso de abrirlo sin atender a las pertinentes medidas de seguridad.

Valladolid, origen de los envíos

Por otro lado, el oficio remitido el viernes por la tarde al Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional se centra exclusivamente en la procedencia de todas las cartas con material explosivo. Los agentes explican que la autoría parece corresponder al mismo origen y que la procedencia es de territorio español; hipótesis que se barajaba desde casi el inicio de la investigación. Las pesquisas apuntan ahora a la provincia de Valladolid como origen de los envíos de las cartas bomba.

Pese a la averiguación del origen de los envíos, todavía no se ha identificado a ningún autor ni se ha solicitado diligencias al Juzgado de la Audiencia Nacional para esclarecer este extremo.

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