Policía y Guardia Civil, protagonistas inesperados en boca de los representantes políticos. Los acontecimientos que se han vivido en las últimas semanas han abierto un debate que baila entre términos como "golpe de Estado", "policía patriótica" o "elementos reaccionarios"; todos ellos para referirse a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y se han sugerido profundos cambios en los cuerpos -como la "desmilitarización" del Instituto Armado- que inquietan a sus miembros. La preocupación en sus filas es creciente y los mandos piden que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dé la cara por ellos y zanje el debate: "La falta de una respuesta contundente propicia sombras de sospecha".
Se acumulan los episodios. Los más recientes apuntan a supuestos elementos subversivos en el seno de ambos cuerpos: en el caso de la Policía Nacional, a través de la llamada "policía patriótica"; en la Guardia Civil se ha cuestionado la querencia de supuestos grupúsculos para apoyar algún tipo de asonada alimentada por la extrema derecha. Un discurso que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha esgrimido en más de una ocasión. Sindicatos y asociaciones profesionales han expresado su malestar por estas alusiones.
El mensaje ha calado entre compañeros de Gobierno. Alberto Garzón, ministro de Consumo, identificó en televisión "elementos reaccionarios dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad" propensos a asumir "como propio" el "discurso que invita al golpe de Estado y que alienta la derecha política". La asociación Unión de Oficiales Guardia Civil ya ha anunciado una querella contra el miembro del Ejecutivo.
Hay más casos de políticos -en activo o retirados- que siembran la duda sobre las estructuras policiales. "Aquí la policía también ha matado por racismo", Marta Rosique, ERC. "De facto estamos ante un golpe de Estado con tres patas muy significativas: la Corona, la Guardia Civil y una parte importante de la judicatura", Joseba Azkarraga, exconsejero de Justicia vasco. "La Guardia Civil, la Policía o el Ejercito parecen otro Estado dentro del Estado", Aitor Esteban, PNV. Ejemplos que fuentes policiales rescatan en esta escalada dialéctica, con los cuerpos de seguridad en el foco de la polémica.
"Un debate sin fundamento"
Una disputa que no es del agrado en ninguno de los dos cuerpos. Mandos de Policía Nacional y de la Guardia Civil han manifestado a sus superiores el desgaste que este tipo de mensajes puede provocar en la sociedad española. Consideran que ese clima de animadversión se traduce en proclamas como la de "policía asesina" que se ha escuchado en manifestaciones recientes. Y temen que esos hechos aislados puedan consolidarse en un discurso recurrente.
Estos mandos han solicitado a los máximos representantes de sus respectivos cuerpos que exijan amparo al Ministerio del Interior; una declaración contundente de Marlaska que disipe zanje de raíz "un debate sin fundamento", aseveran fuentes consultadas por este diario.
"Llueve sobre mojado"
Las mismas fuentes consideran que "llueve sobre mojado". Recuerdan la intervención de Irene Montero en televisión en la que cuestionaba el protocolo sobre abusos sexuales: "Si denuncias una violación te preguntan si llevabas minifalda". Por entonces, los agentes instaron a Marlaska a que desmintiese a su compañera de Gobierno. Hoy en día consideran que aquel episodio se cerró en falso y que se dejó cierto margen de duda sobre su modo de actuar.
Y caso particular es el de la Guardia Civil. El cuerpo ha sufrido un terremoto que se ha cobrado la anterior cúpula en una vorágine de ceses, dimisiones y mandos apartados, que arrancó con la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos. Desde entonces, Iglesias cuestiona la veracidad de algunos de sus informes y defiende en público la "desmilitarización" del Instituto Armado.
Sindicatos y asociaciones ponen voz a esas preocupaciones que se viven en ambos cuerpos. "Estos ataques vienen precisamente de quienes esperábamos que nos defendieran. Que partan precisamente de algunos miembros del Gobierno de España, como hemos tenido que escuchar en los últimos días, nos parece muy preocupante", detalla la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC).
Desde Unión de Oficiales de la Guardia Civil hablan de "galimatías mediático" y "dialéctica circense" que pone en duda el desempeño de los cuerpos policiales. Y piden a la clase política que "deje de echar cortinas de humo con el único afán de difuminar sus propias miserias".
Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) "exige al Gobierno que deje de utilizar a la Policía Nacional en guerras políticas con la oposición que sólo deterioran el Estado y sus instituciones". Y la Confederación Española de Policía (CEP), tras el mensaje de Garzón, afirma que los policías "protegen y defienden" la Constitución: "Hacemos un llamamiento al ministro de Interior, Grande-Marlaska, para que salga al paso de estas acusaciones y pida a su compañero que rectifique cuanto antes".