La Policía Nacional ha encontrado una vía de investigación para esclarecer la desaparición de la psicóloga Sandra Bermejo. Hace más de un mes que se perdió el rastro de esta joven en Cabo Peñas (Gijón). Ahora los agentes revisan a los miembros de algunos grupos esotéricos con los que mantenía contacto la profesional madrileña, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
No hay pistas ni señales de Sandra Bermejo desde que aparcó su coche el pasado 8 de noviembre en esta zona montañosa. A primera hora de la tarde de ese día, varios testigos la vieron comenzar la ruta senderista. Caminaba sola con ropa deportiva.
Las batidas de la Policía Nacional, las lanchas de Salvamento Marítimo y la colaboración de la Guardia Civil no han servido para saber aún qué pasó ese día. En un primer momento los agentes pensaron en un posible suicidio. Esa hipótesis se fue diluyendo con el tiempo y desde el principio fue rechazada por la familia.
Sandra Bermejo llevaba dos años asentada en Gijón. Cuando desapareció tenía la nevera llena y la agenda programada para los siguientes días. "Se la veía feliz", señalaron fuentes de su entorno a Vozpópuli. La segunda posibilidad de los agentes, un accidente en la montaña, también se ve más negro con el paso de los días.
Se analiza un cubrecamisa y unas mallas
El operativo no encontró pruebas en el mar ni en la montaña. Sin embargo, el pasado 30 de noviembre la Policía Nacional localizó un cubrecamisa en una zona muy próxima al lugar donde se geolocalizó su teléfono móvil. Era de la misma marca y la misma talla que solía vestir la psicóloga. La familia no reconoció la ropa. "Podría ser posible que se la comprara durante los dos años fuera de casa", explican estas fuentes.
También se halló en la zona unas mallas deportivas de la marca 'Rip Curl', que podrían pertenecer a la joven. No obstante, los análisis de los investigadores policiales tendrán que determinar si ambas prendas pertenecen a Sandra Bermejo. En ambos casos coincide la talla con la que tenía la desaparecida pero no hay similitud con la ropa con la que fue vista por última vez por los testigos.
Desapareció el día del ritual de la luna de sangre
Sin embargo, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de Gijón centran sus esfuerzos en el entorno y las compañías que frecuentaba Sandra Bermejo. Ya se conocía que en su época universitaria mantenía contacto con grupos esotéricos.
Se da la circunstancia de que el día de su desaparición se celebraba el ritual de la luna de sangre. Según los círculos esotéricos, este eclipse lunar sirve para aprovechar las fuertes energías y llevar a cabo rituales para atraer la buena suerte y el amor.
Los agentes investigan si Sandra Bermejo quedó ese día en Cabo Peñas para realizar algún tipo de ritual chamánico. Después, una de las hipótesis es que este acto acabara mal y los miembros del grupo la escondieran o la dejaran tirada en la montaña.
Un ritual que se fue de las manos
Las fuentes consultadas por Vozpópuli explican que estos grupos están formados por "gente inofensiva" que no tienen estructuras sectarias. Son personas que se juntan en una finca con un chamán, donde, por una cantidad económica, realizan rituales donde se consumen ayahuasca o setas alucinógenas. Su objetivo no es captar gente sino buscar caminos de meditación.
En el caso de que la desaparición de Sandra Bermejo estuviera enmarcada en estos grupos los agentes barajan dos opciones: que el ritual se les fuera de las manos o que alguno de los integrantes de la cita tuviera una reacción fuera de lo normal con la psicóloga. La madrileña ya tenía vinculación con este tipo de comunidades cuando residía en la capital. Los agentes revisan las redes sociales de la desaparecida para investigar a los intervinientes.
La familia, a la espera de noticias
La familia de la joven, de 32 años, siguen en silencio el hermetismo de las investigaciones de la Policía Nacional. "Estamos destrozados solo queremos que aparezca", explicó uno de sus allegados a Vozpópuli. Desde hace varias semanas han decidido retirarse del foco mediático a la espera de avances en las diligencias. El abogado de SOS Desaparecidos, Juan Manuel Medina, defiende los intereses de la familia en el juzgado.
Asimismo, apelan a los ciudadanos a que si tienen pistas sobre su paradero se pongan en contacto con la Policía. "Estamos toda la familia desesperada y angustiada, queremos a Sandra en casa", aseguró su tía.
Sandra es un "ser lleno de luz"
Cualquier persona que tenga información que pueda ayudar a dar con su paradero se puede poner en contacto a través de los teléfonos +34 642 650 775 / +34 649 952 957 o bien a través del email info@sosdesaparecidos.es.
Sandra Bermejo ha sido calificada como "alegre" y un "ser lleno de luz". Sus antiguos docentes del CES Cardenal Cisneros han solicitado también ayuda. La joven tiene una estrecha vinculación con esta institución, donde cursó el grado de Psicología y posteriormente colaboró en la coordinación del Máster General de Psicología Sanitaria.
Tras acabar todos sus estudios trabajó con el Javier Urra, quien fuera Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid desde 1996 hasta 2001. Aún mantenían una buena relación. Hace dos años esta madrileña decidió afincarse en Gijón.
alvaro
Cabo Peñas está en Gozón, no en Gijón