España

La Policía tiene detectados a 300 miembros peligrosos de bandas latinas en Madrid

Los territorios en Madrid están repartidos por distintos barrios. Villaverde, Tetuán, Puente de Vallecas o Usera son sitios donde uno se puede encontrar con estas bandas

  • Vehículo de la Policía Nacional

Lunes por la noche, cerca de que la madrugada empiece su turno. Una reyerta en el sur de Madrid deja las calles de Puente de Vallecas y Pacífico impregnadas de sangre. Tres jóvenes de entre 20 y 22 años resultan heridos por arma blanca. Otro lo hace por disparos de un arma de fuego. Los cuatro protagonistas provienen del mismo mundo: las bandas latinas.

La Policía Nacional calcula que en la capital pululan 300 individuos pertenecientes a estas organizaciones. Los tienen localizados y saben quiénes son. “Hay quien habla de 1.000, pero porque un chaval se junte con alguno de estos en el parque no podemos considerarlo miembro de una banda”, afirman fuentes policiales.

En la actualidad hay cuatro diferenciados entre sí: los Dominican Don’t Play (DDP), los Trinitarios, los Ñetas y los Latin Kings. Estos dos últimos están de capa caída. A principios de los 2000 atemorizaban a los vecinos de los barrios en los que se movían, pero en la actualidad suman 60 integrantes entre ambos (20 y 40 respectivamente) gracias a diferentes operaciones policiales.

En sus inicios, se trataba de jóvenes llegados a España cuando sus padres decidieron emigrar

Estos dos grupos están enfrentados entre sí. Es sus inicios, se trataba de jóvenes llegados a España cuando sus padres decidieron emigrar. Se diferencian por los colores de su ropa, por los lemas que utilizan y por los símbolos. Los Ñetas, que tienen su origen en las cárceles de Puerto Rico, colocan el dedo corazón por encima del índice para reconocerse, queriendo simbolizar que “el mayor defiende al menor”. Tienen un gran sentimiento por la pertenencia al grupo y por la familia. Los Latin Kings, por el contrario, suelen hacer una especie de corona con todos los dedos de una mano y se visten con prendas amarillas y negras

Los otros dos grupos, los DDP y los Trinitarios, también están enfrentados entre sí. La Policía calcula que cada banda cuenta con unos 80 integrantes entre sus filas. Estos primeros se fundaron en Nueva York y su estructura interna destaca por ser muy férrea. Los Trinitarios utilizan el número 7 como seña de identidad y su lema es el de “Dios, patria y libertad”.

Otras fuentes policiales consultadas apuntan que en la actualidad están entrando a formar parte de estas bandas jóvenes españoles y marroquíes. La clave está en que los de origen sudamericano son nacidos en España y comparten aulas con los otros, lo que les lleva a hacer pandillas en el patio de recreo que luego se manifiestan en las calles.

Territorio, delitos y acción policial

Los territorios en Madrid están repartidos por distintos barrios. Villaverde, Tetuán, Puente de Vallecas o Usera son sitios donde uno se puede encontrar con estas bandas. De hecho, la pelea del lunes, que desencadenó una operación policial el jueves por la mañana que se saldó con varios detenidos y una pistola incautada, se produjo por una vendetta debido a que una banda invadió el territorio de otra un día antes.

En América, continente del que provienen las cuatro ramas de bandas latinas presentes en Madrid, se reparten territorios físicos en las grandes ciudades. Aquí como mucho llegan a controlar algunos parques. Los delitos que cometen allí y aquí también son distintos. Al otro lado del charco realizan secuestros, extorsionan, asesinan, son los reyes del narcotráfico y de la prostitución. Aquí su actividad delictiva apenas llega al pequeño menudeo de drogas y a las peleas, que es por lo que realmente son conocidos.

Aquí su actividad delictiva apenas llega al pequeño menudeo de drogas y a las peleas, que es por lo que realmente son conocidos

Desde el año 2000 las Fuerzas de Seguridad han contabilizado 11 asesinatos, todos resuelto bajo un denominador común: encuentros casuales entre dos bandas en un lugar por el que una de las dos no debería pasearse. El punto álgido de la presencia de estas bandas fue en 2006, cuando se contabilizaron 800 integrantes. Desde entonces la Policía ha conseguido descabezar a las cuatro organizaciones hasta llegar a los 300 miembros en la actualidad.

Entre los último hitos de la Policía, antes de la operación del jueves, destacan tres. En el primero, que data de 2015, arrestaron a 50 trinitarios, y en febrero de ese mismo año se detuvo al cabecilla. Un año después, en marzo de 2016, se detuvo a un joven que dejó un muerto y un herido en la misma Puerta del Sol, y a finales de ese mismo año, en noviembre, se consiguió pillar al asesino de un chico en Alcobendas.

La Policía tiene una unidad dedicada exclusivamente a controlar a estas bandas, aunque la de actuar a posteriori no es la única labor de los agentes. Los agentes de participación ciudadana dan charlas en colegios e institutos dentro del conocido como Plan Director para intentar prevenir que los chavales vean en estos grupos un medio para salir adelante y hacerse un nombre en el barrio.

Armas y composición

Las armas también varían. Las más utilizadas son las blancas, como cuchillos, pinchos o “bolomachetes” -cuchillos de grandes dimensiones usados para cortar la hierba o cañas de azúcar- o navajas, pero también se han incautado de bates o hachas. Pero lo que más preocupa entre los agentes de Policía son las armas de fuego, aunque se encuentran puntualmente.

Según explica una fuente conocedora a la perfección de cómo trabajan las bandas, los chavales suelen comprar armas de fogueo o de plomillos que más tarde modifican comprando el resto de piezas necesarias, como por ejemplo la aguja percutora. "Estos elementos los compran a una red internacional ilegal que vienen a través de Bélgica", apunta. Antiguamente los conseguían cuando daban un "golpe" en alguna armería o garitas de seguridad.

Como los que se pelearon el lunes, estas bandas están copadas por jóvenes entre 14 y 24 años. Los “ritos” de iniciación van desde aguantar palizas hasta realizar algún robo, pasando por la entrega directa y en efectivo de una cantidad de dinero a los líderes.

Las bandas latinas se mueven en dinámicas patriarcales, donde el hombre es el que manda, el que decide y el que actúa. El papel de la mujer se limita a ser la pareja de los líderes. Si estas deciden dejarlos e irse con alguien de una banda rival suelen provocar enfrentamientos entre ambas.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli