Mucho antes de que los dirigentes de Podemos se acercasen a los círculos de poder bolivarianos, José Luis Ábalos se pateó Latinoamérica como consultor en misiones de cooperación internacional. Es el desconocido pasado del ministro de Transportes en América Latina.
De aquellos años colaborando con ONG y agencias de cooperación se labró una importante red de contactos de la que sigue echando mano para ayudar a amigos y familiares directos. Una de las amistades que mantiene de aquella época es con el ministro de Turismo venezolano, Félix Plasencia, como se descubrió la semana cuando estalló el 'Delcygate'.
"El ministro tiene una larga relación con Ámerica Latina con más de 25 años trabajando allí en cooperación internacional", destaca una persona cercana a Ábalos, quien conoció a Plasencia en uno de los proyectos que lideró hace años. "Se conocieron en uno de los eventos en los que participó allí el ministro y esto les ha permitido tener una relación bastante cordial".
Viaje cancelado a Colombia
Cuatro días después de que estallase del 'Delcygate' y con Ábalos en el ojo del huracán, este último canceló un viaje a Colombia de varios días. En Bogotá tenía previsto asistir a una feria vinculada al sector de Transportes y en su agenda había varias reuniones con ministros de Iván Duque y encuentros con empresarios españoles afincados en este país sudamericano.
Un viaje de diplomacia económica que se fue al traste por la polémica de su encuentro en Barajas con la 'número dos' de Nicolás Maduro. Uno de sus últimos desplazamientos a Colombia fue en 2016 para participar en como observador internacional en el acuerdo de paz que firmaron el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Ya tenía experiencia en este tipo de acuerdos de desmilitarización en Colombia pues Ábalos ya estuvo involucrado a finales de los ochenta en la disolución de la antigua guerrilla del M-19, de la que salió el partido de la Alianza Democrática, cuyos herederos encabezan la Alianza Verde que dirige algunas de las más importantes alcaldías del país, empezando por la misma Bogotá.
De aquella labor de mediación le apodaron "el comandante", según desveló hace unos días El Independiente. Un apelativo cariñoso con el que algunos políticos y periodistas de su Valencia natal aún se dirigen a él en privado.
Consultor para agencias de desarrollo
En su currículum colgado en la web del PSOE, Ábalos se presenta como "experto en cooperación internacional desde 1989, especializado en fortalecimiento institucional en América Latina, que ha ejercido como consultor para diversas agencias de desarrollo públicas y privadas, entre ellas la Agencia Alemana de Cooperación GTZ y para diversas entidades públicas y privadas latinoamericanas".
Asimismo, se declara autor "por sí mismo, y en colaboración, de varios libros sobre descentralización local y regional y servicios públicos". Además, "reúne diversas distinciones y reconocimientos de países latinoamericanos". Por ejemplo, es doctor honoris causa por la Universidad de San Pedro (Perú).
El ministro de Transportes puso en marcha 1989 el programa de Cooperación y Solidaridad Norte-Sur de la Generalitat valenciana y en el que trabajó durante tres años. De aquella experiencia laboral logró entrar en el circuito de consultores y cooperadores vinculados a Latinoamérica. Con la agencia alemana GTZ estuvo colaborando seis años, por ejemplo. Toda esa actividad le permitió conocer casi toda Centroamérica y la totalidad de Sudamérica, sobre todo en los casos de Colombia y Perú.