Desaparecido en medio del combate. Santiago Abascal, la máxima autoridad de Vox, ha dado un paso atrás en plenas negociaciones postelectorales. En su defecto, la portavoz en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, y su homólogo en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, han dado uno al frente para situarse en primera línea política y mediática. Siguiendo la estela de otros dirigentes como Sánchez o Rivera, prefiere mantenerse detrás de los "equipos negociadores".
Tras el batacazo de este jueves en Murcia, PP y Ciudadanos tratan de salvar 'in extremis' el Gobierno de Madrid. La negativa de los naranjas a firmar un pacto a tres bandas ha hecho estallar a Vox y, cansado del "ninguneo" y el "chantaje" de Albert Rivera, está llevando sus órdagos al extremo. Así lo demostró ayer en la Asamblea murciana al tumbar la investidura del popular López Miras. Y podría ser el preámbulo de lo que suceda en la otra Comunidad. Pero el líder del partido no es la cara visible en este cambio de estrategia.
En medio del fiasco de las negociaciones y de la guerra abierta con Cs, el líder de Vox se limita a poner mensajes a través de las redes sociales
En medio del fiasco de las negociaciones y de la guerra abierta con Cs, Abascal se limita a tirar de argumentario a través de las redes sociales y de sus canales internos. Tampoco el 'número 2', Javier Ortega-Smith, lleva la voz cantante. Si bien ambos dirigentes se implicaron en los pormenores de las negociaciones para investir al popular Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente del nuevo Gobierno andaluz, en los casos de las asambleas madrileña y murciana han preferido echarse a un lado.
El problema es que se trata de un momento crucial en el que sus votos son decisivos para evitar que la izquierda se termine haciendo con el poder. El último barómetro del CIS ya advierte de la pérdida de apoyos de Vox en comparación con los obtenidos en las generales. Según el sondeo, la formación se dejaría casi la mitad de las papeletas por el camino si hoy se celebrasen otros comicios.
Aunque el instituto público presidido por José Félix Tezanos está más cuestionado que nunca, cabe pensar el futuro de Vox está en juego. Conscientes de ello, los de Abascal aumentan la presión sobre Ciudadanos: si al final hay gobiernos de izquierdas, la culpa será de la formación naranja.
Querella contra Zapatero
La última rueda de prensa donde aparecieron Abascal y Ortega-Smith se produjo el pasado 27 de junio. Allí anunciaron que habían interpuesto una querella criminal contra el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero por "posible" colaboración con la organización terrorista ETA, "revelación de secretos" y por "omisión de persecución de delitos".
Pero el presidente de Vox dejó claro que no quería hablar de otros asuntos. Ante las variadas preguntas de los periodistas, defendió que se trataba de "algo muy serio, ninguna broma, y no voy a contribuir a dar ningún otro titular sobre ninguna otra cuestión". Ni polémicas en torno al juez Serrano en Andalucía, ni negociaciones.
Es algo muy serio, ninguna broma, y no voy a contribuir a dar ningún otro titular sobre ninguna otra cuestión", dijo al anunciar la querella contra Zapatero
Desde entonces, Abascal no ha comparecido en público ni se ha prestado a responder preguntas sobre Murcia o Madrid. "Las cosas claras y la verdad sin trampas: en Murcia sólo puede haber gobierno de izquierda si Cs vota con ellos. En Madrid sólo gobernará Gabilondo si Cs se abstiene. Conclusión: sólo habrá gobiernos de izquierdas allí donde Ciudadanos los permita con sus votos o abstenciones", advertía horas antes del debate de investidura en Murcia a través de su cuenta de Twitter.
Según Abascal, Vox no facilitará nunca los gobiernos "de la izquierda frentepopulista". "Esta es la gran verdad olvidada o escondida por quienes pretenden chantajearnos desde las portavocías y los medios acólitos de la derechita cobarde y la veleta naranja. La actitud de Cs es una mezcla de la que durante años han mantenido los nacionalistas (el chantaje) y la que mantiene la izquierda (el "cordón sanitario"). Y no vamos a convertirnos en sus cómplices para estigmatizar y humillar a nuestros propios votantes", ha señalado. El mensaje coincide con el que les están haciendo llegar a afiliados y simpatizantes.
"La actitud del PP es incluso peor. Al no denunciar el chantaje de Cs, y mantener una posición de equidistancia entre los chantajistas y los que deseamos llegar a acuerdos, está anteponiendo el cálculo electoral al bien común... Y a eso hay que sumarle que en el PP se enorgullecen de haber hecho trampas a Vox en los ayuntamientos y de incumplir sus acuerdos, cuando en realidad han hecho trampas y engañado (una vez más) a sus propios electores", divulga a golpe de tuit.
La guerra abierta entre Vox y Ciudadanos alcanzó su punto álgido este miércoles cuando la formación verde insultó al líder de la formación naranja a través de, otra vez, Twitter. Le llamó "acojonado", "sinvergüenza" y "lameculos de Macron", pero después responsabilizó al "community manager de verano".