Santiago Abascal abría el debate sobre el uso de las armas contra intrusos en casa en la primera entrevista que concede de cara a las elecciones generales del 28 de abril. El líder de Vox planteaba una ampliación del concepto actual de legítima defensa que recoge el Código Penal para que se exima de delito a aquel que dispare contra un posible ladrón en su domicilio.
Aunque no quiso concretar cómo se puede materializar la propuesta destinada exclusivamente a españoles sin antecedentes y en pleno uso de sus facultades mentales. "Escucharemos a los profesionales y expertos, y sobre todo a la gente de la calle cuando haya que hacerlo", respondió sobre el futuro desarrollo reglamentario. Abascal sí que celebró hace dos semanas la reforma que defiende el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, por la que cualquier persona puede disparar a un intruso que amenace con usar un arma de fuego, aunque no llegue a mostrarla.
Calificó un "acierto político reconocer el derecho a defender nuestro hogar" que Vox ya dejaba caer en el documento de 100 medidas urgentes presentado antes de las elecciones andaluzas. "Los españoles podrán hacer uso de la fuerza proporcional para defender su hogar, para ello se ampliará el concepto de legítima defensa", rezaba el texto. Sin embargo, en la entrevista no entraba en detalles sobre los límites que tendría en el caso español el uso de las pistolas en casa.
Abascal defiende que los ciudadanos que cumplan los requisitos "puedan usarla en situaciones de amenaza real para su vida sin tener que enfrentarse a un infierno judicial, a penas de cárcel o incluso a indemnizaciones a los familiares de los delincuentes que les asaltaron". Y hacía referencia a la condena a dos años y medio de cárcel de un anciano que mató al ladrón que asaltó su casa en Tenerife.
Vox trató de salir al paso de la polémica generada a la que se sumaron el resto de partidos. Desde la formación insisten en que la propuesta lanzada por Abascal no está pensada para que los ciudadanos "puedan ir armados por la calle" ni busca que las pistolas "se vendan en los supermercados". Sin embargo, el debate no se produce sólo de puertas para fuera, sino que algunas voces en el partido cuestionan la oportunidad de poner este debate sobre la mesa en plena precampaña y del rédito electoral que puede tener.
Desde el partido insisten, en cambio, en que la medida se dirige especialmente a todos aquellos potenciales votantes que viven en zonas rurales donde el cada vez más mermado despliegue de efectivos de la Guardia Civil tarda en llegar. "Creemos que hay que ampliar la legítima defensa para que no se produzcan situaciones injustas", sentencian.
El líder de Vox, amenazado a lo largo de su vida por el terrorismo etarra, tiene una de las 8.459 licencias de armas tipo B que hay en España, destinadas a la protección personal. Actualmente, la legislación es muy restrictiva al respecto y sólo se concede a quienes justifiquen "necesidad de obtenerla" en "supuestos de especial riesgo". La decisión recae en la Dirección General de la Guardia Civil, con competencias exclusivas en la materia. Entre esas no se incluyen las pistolas reglamentarias de los agentes de los cuerpos policiales o de las Fuerzas Armadas, ni tampoco las destinadas a la caza o deportivas.