Hasta ahora, Pedro Sánchez había logrado evitar que la precampaña electoral girara en torno a la crisis independentista en Cataluña. Mucho viernes social en los Consejo de Ministros, con planes para parados de larga duración, decretos para frenar la subida descontrolada de los alquileres de vivienda y otras medidas que pusieron el foco en la agenda que quería el PSOE, no el PP ni Ciudadanos; mucho menos Vox.
Pero el brutal acoso sufrido este jueves por la cabeza de lista del PP en Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, para impedir un acto en la Universidad Autónoma de Barcelona ha devuelto a primer plano el conflicto territorial y de la peor forma para los socialistas, que ven como su número uno por la Ciudad Condal, la ministra Meritxell Batet, y el propio PSOE han tenido que solidarizarse con quien va a ser rival en las urnas el próximo 28 de abril entre los constitucionalistas.
Hoy, la intolerancia ha querido impedir el acto de @cayetanaAT en la Universidad Autónoma de #Barcelona. Desde el PSOE, nuestro absoluto rechazo y repulsa. La democracia es siempre respeto y es siempre libertad.
— PSOE (@PSOE) April 11, 2019
Lo ocurrido llega en el peor momento para los socialistas, que llevan semanas haciendo como que no oyen los argumentos tanto del PP como Ciudadanos: que el presidente del Gobierno no descarta indultar a los procesados por el referéndum ilegal del 1-O de 2017 porque, en el fondo, espera volver a pactar con ellos tras los comicios o que su resistencia a volver a intervenir la Generalitat de Quim Torra aplicando el artículo 155 de la Constitución está llevando a Cataluña a un callejón sin salida.
A la espera de lo que diga esta tarde Sánchez en su mitin de apertura de campaña en Dos Hermanas (Sevilla) junto a Susana Díaz, la agresión a Álvarez de Toledo, a quien los sondeos daban como única elegible en una Cataluña donde el PP corre el riesgo de desaparecer, al PSOE y al PSC les pilla a contrapié. Empezando una campaña electoral en la cual van muy bien en los pronósticos a costa del votante constitucionalista de Ciudadanos y de los populares.
Pablo Casado denuncia que Pedro Sánchez, la Generalitat de Torra y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, "no hacen nada para parar esta espiral de odio xenófoba y totalitaria"
De momento, al presidente del PP, Pablo Casado, le ha faltado tiempo para advertir de que los populares no pueden estar sometidos a un "apartheid" en esa comunidad autónoma por defender la libertad y que les agredan impunemente los cachorros de las juventudes de las CUP (Arrán) y otros colectivos totalitarios del independentismo.
Durante un discurso pronunciado ante la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el líder de los populares ha mostrado su "rechazo categórico" al escrache de su candidata al Congreso por Barcelona. Y se ha referido a la Generalitat, al Ayuntamiento de Barcelona y al Gobierno de Pedro Sánchez "que no hacen nada para parar esta espiral de odio xenófoba y totalitaria".