Alcaldes del PSOE andaluz están llamando a dirigentes de la Ejecutiva Federal para que "frenen" el intento de desembarco de afines a Susana Díaz en las candidaturas municipales del 26-M tras la inesperada derrota del 2 de diciembre y su abrupta salida del poder, admiten a Vozpópuli fuentes de la dirección socialista. El objetivo de Díaz es doble: dar trabajo a cientos de cesantes de la administración autonómica y usarles como instrumento de control para la batalla sucesoria que, sabe, le va a plantear Ferraz.
En ciudades de más 50.000 habitantes Pedro Sánchez lo tiene fácil, porque la candidatura la aprueba la Comisión Federal de Listas, controlada por la vicesecretaria general, Adriana Lastra, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos; y en caso de conflicto abierto, les basta con dar por buena la lista de nombres aprobada por la asamblea local y rechazar el dictamen que eleve el Comité Regional de listas del PSOE-A con la inclusión de otros a gusto de Díaz.
No será tan fácil en el caso de los pueblos de menos de 20.000 habitantes y ciudades hasta 50.000 habitantes, mayoría entre los 448 consistorios andaluces que gobierna el PSOE-A desde 2015. Esas candidaturas las "decide" la Comisión Regional de Listas, según los artículos 308 y 309 del Estatuto de funcionamiento que aprobó el PSOE en su Comité Federal de 17 de febrero de 2018, pero el sanchismo andaluz no tiene dudas de que Susana Díaz y su secretario de Organización, Juan Cornejo, van a seguir intentando imponer hechos consumados. Y creen que Ferraz se tiene que plantar..
En pueblos y ciudades con menos de 50.000 habitantes, los 'sanchistas' quieren que la Ejecutiva Federal intervenga para que la ex presidenta andaluza no cuele a sus afines
Aún cuando el reglamento deja claro -en esos mismos artículos- que es la Ejecutiva Federal la que "adoptará la decisión definitiva" también en municipios de menos de 50.000 habitantes, la inercia de la relación entre Ferraz y el PSOE-A es la que es y a la lideresa andaluza, dicen los críticos, se le ha dejado hacer a su antojo.
Por ejemplo, en la elaboración de la candidatura para las elecciones del 2 de diciembre se aceptó sin rechistar la eliminación de cualquier vestigio de sanchismo en el Grupo Socialista del Parlamento Andaluz, para no alterar la frágil paz orgánica. Una práctica habitual que puede estar tocando a su fin. De hecho, tanto Ábalos como Lastra ya han avisado a la expresidenta, tras su derrota electoral, de que no van a ser meros "espectadores" de las decisiones que adopte a partir de ahora.
El problema es que el reglamento de primarias aprobado en febrero de 2018 para diluir el poder de los barones territoriales en la decisión de los militantes ahora se les puede volver en contra: así, los alcaldes socialistas no tienen que someterse a primarias para optar a la reelección, salvo que lo acuerde la dirección territorial, en este caso el PSOE-A, o el 40% de la militancia local.
Toscano ya se quejó por el 2D
Y aunque la última palabra la tendría en caso de extremo conflicto el Comité Federal, hay temor a que se amague con forzar primarias para "desestabilizar" a los candidatos sanchistas; lease Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas (Sevilla) desde hace 35 años o Jorge Gallardo, edil de Cartama (Málaga), entre otros nombres.
Toscano, presidente del Comité Federal y, junto al delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, uno de los mentores de Sánchez en el PSOE-A, tomó la palabra en la reunión del Comité Federal del 10 de noviembre en Fuenlabrada (Madrid) para dejar patente su malestar. Y también lo hizo Teba Roldán, que aspiró, sin éxito, en los congresos provinciales a liderar el PSOE de Córdoba -no obtuvo los avales suficientes para competir en las primarias con Antonio Ruiz–.