Parter se queda en la puja por las fábricas de La Coruña y Avilés de Alcoa. La propuesta del fondo suizo ha sido la elegida por la productora de aluminio estadounidense para rescatar estas plantas. Con esta decisión, Alcoa descarta la propuesta del fondo alemán Quantum que, según detallan desde el mercado, sólo presentaba una oferta por el centro asturiano.
“Parter ha aceptado una de las principales condiciones de Alcoa: mantener empleos y condiciones durante al menos dos años”, explican fuentes de la compañía a este medio. “Sin embargo, no hay todavía un acuerdo final”, destacan. La negociación entre Alcoa y el fondo suizo tiene que cerrarse antes del 30 de junio.
La productora de aluminio estadounidense ha optado por continuar con una oferta que “ofrece oportunidad de futuro para las dos plantas, incluida la posibilidad de recuperar la producción de aluminio primario”, detallan. Alcoa espera que su importante contribución económica en la operación, que excede significativamente los 40 millones comprometidos en el acuerdo del ERE, garantice la actividad industrial y el empleo en ambas plantas.
La empresa insiste en que todavía no hay decisión tomada. "La negociación que continúa es la que hay con Parter", afirman. El fondo suizo Parter Capital está especializado en situaciones de 'turn around' de compañías que están en crisis. El fondo tiene como requisito de inversión apostar por industrias tradicionales con un volumen de ventas de 20 a 300 millones de euros. Su apuesta también incluye inversión y asesoramiento para sacar a Alcoa de esta situación.
Salvar a 690 trabajadores
Si las negociaciones llegan a buen puerto, los 690 empleados, 375 trabajadores directos en La Coruña y 315 en Avilés, mantendrán sus puestos de trabajo. Según recuerdan desde Alcoa a Vozpópuli, el impacto del ERE en las cuentas de la compañía puede variar entre los 62 y 111 millones de euros en el segundo trimestre. "El 75% de este desembolso corresponderá a pagos en metálico", detallan.
Una cifra que habría sumar a los cerca de 110 millones de los gastos de restructuración del primer trimestre. La compañía insiste en que no quiere lograr ningún beneficio con la venta de las fábricas y que colaborará con 40 millones a la puesta en marcha las cubas de electrolisis.