Si España fuera un remanso de tranquilidad y Ciudadanos no estuviera pisando los talones al PP en los sondeos, a buen seguro los nombres de sus principales candidatos a presidente de comunidad autónoma y alcaldes de capital en las elecciones de 2019, se conocerían "a partir de octubre e incluso, algunos, a principios de año para evitar el desgaste", admiten a Vozpópuli diversas fuentes de ese partido.
Pero los populares viven un momento excepcional y por eso han acogido con alivio el anuncio hecho este martes por Mariano Rajoy de que "muchos" de esos nombres se anunciarán antes de este verano de 2018; Justo después de que el partido acabe con el programa de convenciones sectoriales -la primera este fin de semana en Córdoba sobre prisión permanente revisable- en una macroconvención en Sevilla, del 6 al 8 de abril. Según estas mismas fuentes, Rajoy se refería a los alcaldes y trata de conjurar así el temor de las organizaciones a que seis meses de campaña no sean suficientes para rodar a los candidatos más desconocidos.
Es el caso Sevilla, plaza difícil en la cual el PP tendrá que sustituir en la cabeza de cartel de 2015 al hoy ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, y donde Rajoy no quiso recientemente confirmar que el candidato será el actual portavoz municipal, Beltrán Pérez; de Córdoba, cuyo exalcalde, José Antonio Nieto Zoido, es hoy numero dos de Zoido en Interior; de Málaga, donde su presidente provincial, Elías Bendiodo, no acaba de obtener el si a repetir del alcalde capitalino, Francisco de la Torre -se ha comprometido a dejarlo después de 18 años e insiste en que "estoy en el no"; y de Cádiz y Granada, donde el PP afana en encontrar recambio para la histórica alcaldesa gaditana Teófila Martínez, desbancada el dirigente de Podemos Jose María Gónzalez Kichi en 2015, y de Torres Hurtado. en la capital granadina.
El PP andaluz quiere cerrar el capítulo de los carteles electorales en las ocho capitales antes de Semana Santa, para que la convención de Sevilla del 6 al 8 de abril les sirva de 'escaparate'
Al presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, se le acumula el trabajo y por eso quiere que los candidatos en esas cinco capitales y en las otras tres andaluzas estén elegidos antes de esta Semana Santa. La Dirección Nacional sabe de su intención, compartida en mayor o menor medida por todas las organizaciones y ha puesto al coordinador general, Fernando Martínez Maíllo, de gira por España desde esta semana para cerrar calendarios y nombres.
En Génova preocupa mucho que la operación Madrid, sea finalmente Pablo Casado o no quien dispute la Alcaldía a Manuela Carmena, se aborde con tiempo, no como en 2015. Hace tres años Rajoy, que no quería entrar en la batalla madrileña porque el PP era todavía territorio de Esperanza Aguirre, apuró tanto los plazos que solo dos meses antes de los comicios se supo que sería Aguirre la rival de Carmena haciendo ticket con Cristina Cifuentes. En esta ocasión todo apunta a que será el vicesecretario Casado quien hará pareja con la presidenta regional de los populares.
Si eso ocurre en Madrid, otro tanto pasa en Castilla y León. Aunque en esta comunidad el PP es hegemónico desde hace 30 años, el adiós de Juan Vicente Herrera, muy crítico en los últimos tiempos con la falta de pulso del Gobierno.
Maillo controla la territorial a través de su presidente, al también zamorano como él Alfonso Fernández Mañueco, pero los populares llevan clavada la espina de la Alcaldía de Valladolid que el socialista Óscar Puente arrebató al histórico Javier de la Riva en 2015 mediante un pacto con Podemos. Suena la ministra de Agricultura, Isabel Tejerina, para recuperar Valladolid, pero ella no quiere saber nada de la política local, así que no es improbable que sea el presidente provincial Jesús Julio Carnero quien se enfrente a Puente.
Rajoy tendrá que emplearse a fondo para convencer a Esteban González Pons que deje el Parlamento Europeo y vuelva a la política valenciana como candidato a la comunidad o a sustituir a Rita Barberá en la capital
Lo mismo puede decirse de la Comunidad Valenciana, donde el PP tiene un problema muy serio. Génova ha descartado prácticamente a la actual presidenta, Isabel Bonig, que está haciendo movimientos para encontrar un candidato con garantías para sustituir a la fallecida Rita Barberá en la emblemática Alcaldía de Valencia.
En el PP no verían con malos ojos el regreso del eurodiputado Esteban González Pons para pelear el cargo con el actual alcalde al alcalde de Podemos, Joan Ribó, o incluso como candidato a la Presidencia de la Comunidad. Pero Pons no parece por la labor. Aunque, según diversas fuentes, "si Rajoy se lo pide, no se negará".
Por lo que respecta a Cantabria, Génova tiene que hacer frente a las maniobras del ex presidente regional y del PP local, Ignacio Diego, para quemar al actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, a quien ha llegado a proponer como candidato a la Presidencia de la comunidad en 2019 para enfrentarse a Miguel Ángel Revilla o a su sucesor. En el caso de la Alcaldía de Santander no parece que vaya a repetir la actual alcaldesa Gema Gual.
Y en Vitoria, único poder importante del PP en el País Vasco, la Dirección Nacional tiene que reemplazar a su actual vicesecretario y exalcalde de la capital alavesa, Javier Maroto.