Javier Arenas ha reclutado al PP catalán en la 'operación Soraya', también llamada 'operación diálogo' en Cataluña. Y, desde el lunes, 'operación matraca', según la expresión utilizada por la propia vicepresidenta en una entrevista radiofónica.
Los populares catalanes se sentían desplazados y hasta ignorados desde el arranque de esta ofensiva que dirige Sáenz de Santamaría desde su cargo de ministra de Administraciones Territoriales. Arenas ha convocado para este sábado en Barcelona una reunión de la ponencia encargada de los asuntos económicos y territoriales para el Congreso Nacional del PP del próximo febrero.
Xavier García Albiol, lider de los populares catalanes, integra este grupo de trabajo, del que forman parte también Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia; Alfonso Alonso, presidente del PP vasco y José Ignacio Ceniceros, presidente de la Rioja. Todos ellos, pesos pesados de la formación conservadora, que se reunirán en Barcelona en el primer gesto importante promovido por el PP nacional desde que se puso en marcha la 'operación Soraya'.
Sentirse imprescindible
La presencia de Albiol es significativa puesto que supone la incorporación simbólica de los populares catalanes a la operación de la vicepresidenta, después de unas semanas de perplejidad y desconcierto. Sáenz de Santamaría ha puesto en marcha su reto en Cataluña con una celeridad muy llamativa. Tres visitas a Barcelona en veinte días, la formación de un equipo compacto en Moncloa y un 'embajador plenipotencierio' en la Ciudad Condal. En el PP regional se advertían síntomas de marginación en este operativo. La vicepresidente insiste en que 'convertirse en imprescindible' para Cataluña y los catalanes. "Tenemos que explicar mucho más la labor del Gobierno porque ellos, los nacionalistas, están todo el tiempo dando la matraca", confesó Santamaría en entrevista en la Cope.
La mayor presencia del Estado en esa comunidad es algo que viene demandando a Moncloa el PP catalán a desde tiempos inmemoriales, con escaso éxito. De ahí su sensación de preteridos en esta nueva fase de 'diálogo' con los nacionalistas. Santamaría anunció la presencia de constante y permanente del representantes del Estado y de la Administración en tierras catalanas.
Javier Arenas, vicesecretario autonómico del partido, ha querido sumar al PP a este despliegue del Gobierno. De ahí la reunión del sábado. Un encuentro en Barcelona de importantes dirigentes regionales del PP es todo un gesto de que no se trata tan sólo de 'cosas de la vicepresidenta', sino de que el partido apoya la moción y se moviliza en este objetivo.
Será lento y llevará tiempo, había declaro el pasado viernes el portavoz del Ejecutivo, Méndez de Vigo. Mariano Rajoy convocó ayer oficialmente la Conferencia de Presidentes autonómicos para el 17 de enero. Santamaría busca afanosamente que Puigdemont se sume al encuentro. Queda poco tiempo y el presidente de la Generalitat se mantiene firme en su negativa. Está atado de pies y manos por la CUP, que le exige gestos de rechazo hacia Madrid a cambio de entregarle sus escaños para sacar adelante los presupuestos.
Arenas, buen conocedor de Cataluña y del problema catalán, ha querido sacar de Génova este encuentro de los responsables de la ponencia autonómica para aterrizar en Cataluña y subrayar dos circunstancias. De un lado, que el PP se suma abiertamente a la 'operación Soraya' y, al tiempo, que los populares catalanes, con Albiol al frente, también forman parte importante de esta ofensiva.
