La crisis política de Más Madrid continúa desangrando la reputación del partido con riesgo de hacerles perder el liderazgo de la oposición en la Asamblea de Madrid. Han pasado tres semanas desde el estallido del 'caso Errejón', y la inoperancia de la cúpula ha quedado patente en múltiples episodios.
Una vez que se conocieron las acusaciones de varias mujeres contra Íñigo Errejón, fundador de Más Madrid y exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, la dirección de la formación progresista pidió explicaciones a Errejón, quien dimitió de todos sus cargos con efecto inmediato sin poner oposición alguna.
En la rueda de prensa de las tres portavoces, Mónica García, Manuela Bergerot y Rita Maestre, supimos que los altos cargos de Más Madrid, antes de ver cómo les explotaba todo esto, supieron, en verano de 2023, unas peliagudas acusaciones de presunto acoso sexual de Errejón en un festival de música en Castellón.
Eligieron creer al agresor y a su compinche, Loreto Arenillas, entonces jefa de gabinete de Errejón, en detrimento de la víctima, quien sólo habló con Arenillas para saber que tenía el respaldo de Más Madrid. Usada como "chivo expiatorio", la dirección pidió a la diputada que asumiera su cuota de responsabilidad.
Mediante un comunicado hace tres semanas, Loreto Arenillas confirmó que dejaría su acta de diputada en la Asamblea de Madrid. Sin embargo, más de veinte días después, Arenillas no sólo no ha dimitido, sino que ha llevado su caso ante el comité de garantías de Más Madrid, a expensas de que le den una solución.
Preguntada en infinidad de ocasiones en qué estado se encuentra la situación, Manuela Bergerot, portavoz en la cámara regional, echa balones fuera. En Más Madrid llevan días "confiando en la palabra" de Arenillas, asumiendo que el primer comunicado se hará realidad.
Lo que evitan decir es que hubo una segunda misiva, horas después de la primera, en la que Arenillas afirmó que no pasaría al grupo mixto, defendiendo su escaño con uñas y dientes. De repente, la exjefa de gabinete de Errejón volvía a tener la sartén por el mango.
Las presiones de Más Madrid han sido palpables, hasta el punto de solicitar el cambio de ubicación de su escaño en la Asamblea, ejemplificando el aislamiento a Arenillas. Eso sí, tardaron quince días en quitarle la portavocía en la Comisión de la Mujer, un ejemplo más de lo mal que han gestionado todo el asunto.
Más Madrid se 'lava' las manos
El Pleno de este pasado jueves en la Asamblea de Madrid supuso la segunda ausencia consecutiva de Arenillas en la cámara, quien sigue sin pedir el voto telemático ni contactar con la cúpula. Es más, el mismo jueves por la tarde solicitó la baja médica, lo que da pistas de que este asunto va para largo.
Preguntados por esta circunstancia, e impotentes ante los hechos, desde Madrid dejarán que sea la propia Mesa de la Asamblea de Madrid quien active el régimen sancionador correspondiente. Según la normativa, a la tercera ausencia no justificada, la cámara tiene potestad de 'castigar' al infractor. Por ello, y tras gastar dos 'balas', Arenillas pidió la baja médica y encapsuló su situación en el limbo.
Más Madrid continúa sin atajar una crisis reputacional y política que, sin duda, afectará a sus aspiraciones en la región. De momento, cuentan con un voto menos ante la ausencia de Arenillas. Si hablamos en términos de demoscopia, el PSOE vuelve a asomar con fuerza, amenazando el liderazgo de la oposición en detrimento de Más Madrid. El PP, mientras tanto, se frota las manos.
alexmazallas
17/11/2024 07:40
¿A ver si al final van a tener que dimitir las otras? Porque son tan responsables o más que está ilustrada de la basura intelectual podemonguer. Además a ver dónde va a encontrar un trabajo donde trabaje menos y gane un pastizal