El pasado 10 de febrero estaba prevista la presencia de Inés Arrimadas en la manifestación para exigir elecciones a Pedro Sánchez organizada por PP, Ciudadanos y Vox en la plaza de Colón en Madrid. La asistencia de Arrimadas se anunció con bastante antelación. Nadie dudaba de que acudiría.
Ese domingo; al filo del mediodía, cuando la concentración estaba a punto de comenzar con la lectura del manifiesto; Ciudadanos compartió un mensaje en su canal de información oficial. "El vuelo en el que venía Inés Arrimadas llega con retraso a Madrid".
Algunos periodistas preguntaron si la líder de Ciudadanos en Cataluña se incorporaría más tarde a la protesta. El partido no respondió. La vorágine de la manifestación, la guerra de cifras, la foto de Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal y la batalla política por las consecuencias de la movilización redujeron a anécdota la ausencia de Arrimadas.
¿Estrategia deliberada?
¿Estuvo Arrimadas el 10 de febrero en Madrid? ¿Llegó si quiera a viajar? Nadie lo sabe realmente. Ella, bastante activa en las redes sociales, no escribió mensaje alguno lamentando el infortunio aéreo o disculpándose por no estar en Colón.
Tuiteó un vídeo de la plaza grabado desde un punto elevado y retuiteó las declaraciones de Rivera. Tampoco se explicó como Manuel Valls y otros dirigentes catalanes del PP o del propio Ciudadanos llegaron a la manifestación desde Barcelona sin mayor contratiempo.
El PP fue el partido que más comentó la ausencia de Arrimadas. Entre bromas y veras, decían en privado que Rivera le había vetado. Aseguraban que el líder naranja no podía soportar la idea de que los manifestantes aclamasen a Arrimadas más que a él.
“Eso del vuelo es mentira. Hay tres vuelos del puente aéreo por la mañana de Barcelona a Madrid y está el AVE”, decía un alto cargo popular.
El PP quizá leyó mal lo ocurrido. Hay personas en Ciudadanos que intuyen una estrategia deliberada para proteger a Arrimadas de la foto de Colón ante su inminente salto a la política nacional. Otros dicen que Arrimadas decidió no ir para evitar a Vox. Y se inventó la excusa del avión para darle cobertura y regatear la polémica. Nadie confirma oficial o extraoficialmente estas hipótesis. Quizá la versión oficial es real y fue sólo el azar; una cuestión de suerte (buena o mala según se mire).
Tengo una responsabilidad, y siempre que he dudado, he dado un paso al frente”
El adelanto hace dudar a Cs
La verdad sólo la conocen Arrimadas, Rivera y dos o tres cargos más en la cúpula de Ciudadanos. Pero lo cierto es que la flamante cabeza de lista del partido naranja a las elecciones generales por Barcelona no estuvo un Colón. Y esa realidad es de un valor político incalculable para la campaña que está planteando el PSOE de agrupar a la derecha en un solo monstruo de tres cabezas.
El día de Colón parecía claro que el Congreso iba a tumbar los Presupuestos después del episodio del relator y la ruptura del diálogo entre el Gobierno y el independentismo. Pero nadie tenía claro qué quería hacer Sánchez con el adelanto. Abril había empezado a circular casi como una forma de presión al separatismo. Ciudadanos confiaba y quería que el presidente aguantase al otoño.
Primero, porque el partido necesitaba tiempo para afrontar las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. Segundo, porque si Arrimadas daba el paso a la política nacional había que atar y rematar la sucesión en Cataluña, que ya se había puesto en marcha con una sobre exposición mediática de Lorena Roldán.
Sánchez sorprendió a todos con el 28 de abril, una fecha que le da ventaja y la iniciativa. Ciudadanos dudó de si era el momento al precipitarse la convocatoria electoral. Pero la operación Arrimadas no se detuvo.
Arrimadas y la conquista del centro
Arrimadas ha anunciado este sábado en Madrid que se presenta a las elecciones después de varios días de rumores y una fuerte convulsión interna en Ciudadanos. Todos veían el salto al Congreso como algo natural, pero dudaban de si era demasiado pronto.
Rivera ha puesto toda la carne en el asador para el 28-A. Arrimadas es la mejor dirigente posible en Ciudadanos con la que formar tándem. Y, libre de la imagen de Colón, le ofrece un contrapunto centrado, que no tenía sin ella, pero igual de contundente o más contra el separatismo al que ha combatido políticamente en el Parlament y ha sido capaz de derrotar en las urnas. Aunque luego no sirviera de nada.
“Tengo una responsabilidad, y siempre que he dudado, he dado un paso al frente”, ha dicho.
Cualquier concejal de Cataluña está más preparado para defender el constitucionalismo que todo el Gobierno de Sánchez junto"
Centrista y liberal
La dirigente catalana es una de las políticos mejor valoradas entre los votantes de cualquier partido. Y no hay un solo rival, sea del color que sea, que no reconozca el dolor de cabeza que supone enfrentarse a ella en un debate.
Arrimadas ha dicho que se dejará la piel para que Rivera sea el nuevo presidente del Gobierno. Ha presentado Ciudadanos como una opción “centrista, liberal y europea”. Ha alabado la diversidad de España, exponiendo su caso personal –padres salmantinos, nacida en Jerez y catalana de adopción- Y ha atacado a Sánchez sin cuartel.
“Cualquier concejal de Cataluña está más preparado para defender el constitucionalismo que todo el Gobierno de Sánchez junto. Los constitucionalistas estamos abandonados, humillados en Cataluña”, ha asegurado. “Ha llegado el momento de sacar a Sánchez de La Moncloa”.