La Comunidad de Madrid dio ayer luz verde a uno de los "proyectos más importantes de la legislatura". Estas palabras de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la región, cerraron el acto de presentación de la Ciudad de la Salud.
Una inversión de 1.000 millones de euros unirá, en un mismo complejo, la nueva ubicación del Hospital Universitario de La Paz con la facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, que también hará la mudanza.
La idea, que en la práctica reformula el viejo y añorado plan de renovación de La Paz, llega seis años después de que esta fuese concebida. Se ubicará en la parte alta del Paseo de la Castellana, cerca de las cinco torres, y tendrá una extensión de 550.000 metros cuadrados, lo que supone el doble que ocupa en la actualidad el hospital.
El salto cualitativo al que aspira la CAM es para convertirse en el campus biosanitario más moderno e innovador de Europa. Tres fases que terminarán de ver la luz en 2032, tal y como apuntó la presidenta Ayuso. Aunque el centro de cáncer pediátrico y el de investigación deberían estar concluidos antes del fin de la presente legislatura.
Ayuso apuesta por la sanidad
Una apuesta clara y firme por ser vanguardia entre los países vecinos en materia sanitaria, además de un impulso a la región y a sus profesionales. En los presupuestos aprobados para este año 2024, la Comunidad de Madrid destinó a la sanidad un total de 10.157 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 16,3% respecto a 2023, siendo esta la mayor dotación en la historia de la autonomía.
Dentro de esta inversión, se ha otorgado a la Atención Primaria 2.572 millones de euros. A lo largo de este 2024, la CAM ha iniciado la construcción de 19 nuevos centros de salud en los que el Gobierno regional ha invertido 76 millones de euros.
En materia de lista de espera, Madrid consiguió el primer puesto de España en Comunidades Autónomas en tiempo de espera para intervenciones quirúrgicas. En 2023, Madrid rebajó hasta los 50 días de media para ser intervenido. La Fundación Jiménez Díaz lideraba el ranking regional con 24,8 días, todo un récord. Tras ella, País Vasco y Comunidad Valenciana completan el podio.
Medidas y presupuestos que desmontan a la izquierda madrileña, quien siempre usa el mantra de la sanidad como arma arrojadiza contra la Comunidad de Madrid. Sin embargo, el pinchazo en las respectivas mareas blancas ha sido sustancial.
La salida de Mónica García al Ministerio de Sanidad también vació ese laboratorio ideológico, pues Más Madrid capitalizó las críticas a Ayuso, mientras que ahora tienen que tragar con las medidas de la ministra como propias, algunas de ellas, como la de las camas vacías en verano, anunciadas anteriormente por la CAM.
Aunque a nadie se le escapa que Madrid apuesta claramente por un modelo mixto, con colaboración entre lo público y lo privado, proyectos como la Ciudad de la Salud no hacen más que refrendar que la sanidad ocupa un lugar importante en los planes del Ejecutivo autonómico.
Es más, la anunciada ley de Ayuso contra las drogas tiene como principal objetivo combatir el consumo de derivados de cannabis, así como prohibir su venta a 300 metros de los colegios. Esto también es apostar por la salud de los madrileños. Amén de haber intensificado el plan de salud mental. Entre algunas de las medidas, en marzo se presentó la primera guía para familiares y educadores de prevención del suicidio en adolescentes.
Queda mucho por hacer, pues todo el mundo es consciente de que la sanidad pública en Madrid y en España dista mucho de ser perfecta, es más, roza el aprobado y con suerte en muchas áreas. Pero por algún sitio hay que empezar a edificar.
albertinho
No hace falta más inversión, entiendo que es donde más se trinca, pero hace falta más gasto: más facultativos, más tratamientos cubiertos. No más infraestructura. A los españoles que quieren tener hijos y no pueden, se les hace esperar años, y no se les cubre nada más que lo más básico, que muchas veces no es suficiente. Mientras a dar paguitas a los niños y adultos de fuera que vienen directamente a cobrarlas con 0 intención de trabajar o contribuir, a pagar cambios de sexo de menores para que luego se arrepientan toda su vida y terminen suicidándose.