El expresidente del Gobierno José María Aznar advirtió este miércoles de que España no está al margen de la incertidumbre que se cierne sobre la economía global, dejando claro que si el país crece actualmente se debe a las reformas aprobadas en el pasado. Por ello, alertó contra la tentación de vivir de las rentas, puesto que “aquí no se hacen reformas desde hace cinco años”.
Así se pronunció Aznar durante su participación en la jornada ‘Concordia Europe’ organizada por la Cámara de Comercio de EE. UU., en la que dijo que añora los tiempos capitaneados por “grandes líderes” que tomaban las decisiones ajustadas a cada momento.
Explicó que tras la crisis “tan terrible” que sufrió Europa, en general, y España, en particular, a partir de 2009, actualmente se asiste a un periodo marcado por un crecimiento “muy escaso” en el Viejo Continente, algo mayor en España, mientras que se columbran “señales de debilidad económica grandes” y la inflación “no se mueve”, lo que ha motivado que el Banco Central Europe (BCE) haya decidido mantener sus políticas de estímulo.
“Que nadie piense que España está al margen que ello”, avisó Aznar, para, a continuación, exponer que si el país crece más que el resto de países se debe a las reformas que se pusieron en marcha en el pasado.
Aznar alerta
“Que nadie piense que eso dura para siempre, si no se hacen reformas”, alertó, lo que le sirvió para denunciar que “aquí no se hacen reformas desde hace cinco años”.
Por otro lado, Aznar se refirió al brexit, calificándolo como un “gigantesco error del que no va a ganar nadie”: ni el Reino Unido, porque será “menos reino, menos unido y más débil”, ni la UE, que “será más débil”.
Redundó en que la salida del Reino Unido de la UE es una “pésima decisión” que evidencia que las “políticas populistas, incluso en la cuna de la democracia parlamentaria, son un desastre para la vida de la gente”.
Dijo asistir con “preocupación” al proceso de “grave crisis” en que han entrado “muchos partidos centrales” en Europa que están siendo sustituidos por “partidos populistas” que ponen en solfa la democracia liberal.
Auguró que los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo del pasado 26 de mayo provocarán que la “gobernabilidad europea” sea más complicada, ya que el derrumbe de la mayoría de los partidos socialdemócratas y conservadores convertirá a la Comisión en “más débil” y al Consejo en “más fuerte”.
Ante esta situación, prescribió “tener la casa en orden” en España en aras de conseguir que “nuestro país (cuente) en una Europa más influyente en el mundo”.
Por último, consideró fundamental preservar la existencia de la UE, observando ineludible el mantenimiento de la relación trasatlántica con EEUU, si se anhela “preservar las democracias liberales”.