Llenazo absoluto en la presentación de ‘El futuro es hoy’, de José María Aznar, con gente del mundo económico, político y, muy en especial, una especie de revival sentimental y presencial del aznarismo más genuino, como representantes como Esperanza Aguirre, Jaime Mayor, Abel Matutes, Ignacio Astarloa, Fernanda Rudi, Ángel Acebes, José María Michavila, Jose Ramón Bauzá, María San Gil, Abel Matutes, amén de por supuesto, su esposa Ana Botella y familia.
La Fundación Rafael del Pino se vio desbordada en la presentación de la última obra del presidente Aznar, con Pablo Casado como introductor en sociedad.
Un diálogo de coincidencias, un intercambio de pareceres unívocos. Aznar, por ejemplo, se centró en la importancia de la Constitución, ahora que enfila su 40 aniversario.
“El futuro está en la Constitución, todos los problemas es cuando se abandona la Constitución, es cuando de verdad nos hemos metido en problemas”. Considera Aznar que “Casado es la gran esperanza para recuperar el PP, el espacio político del centro derecha, es una tarea esencial, sólo al alcance de grandes líderes políticos, pero es el reto que España necesita con urgencia”.
Casado respondió con su apuesta de que no es momento de abordar grandes reformas constitucionales, porque algunos de los principales actores están más por la fractura del orden territorial o del Margot legal que por dar un impulso a la Carta Magna.
Considera Aznar que “Casado es la gran esperanza para recuperar el PP"
Aznar insistió en la necesidad de recuperar aquel espíritu del 8-O, cuando cientos de miles de españoles atiborraron las calles de Barcelona en defensa de la unidad de España y contra el golpe anticonstitucional. Una iniciativa sin presentes, un caudal que corre el riesgo de ser dilapidado, comentó en relación a aquella España de los balcones, el movimiento cívico surgido al hilo del discurso del Rey.
Repitió el presidente de FAES su advertencia bien salida de que el “golpe de Estado sigue en marchas en forma cotidiana, hay que hacerle frente, hay que atajarlo sin dudas ni complejos, es imprescindible restablecer el orden”, y concluyó que no puede admitirse que los golpistas condicionen el Gobierno o que gestionen presupuestos los golpistas que están en presión.
