Optimismo. El Gobierno da por hecho que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, será elegida presidenta del Eurogrupo en la votación que se celebra este jueves. España tiene atados apoyos decisivos como los de Alemania e Italia. Y Calviño parte como favorita para hacerse con un cargo clave en vísperas de la negociación para el rescate europeo del coronavirus.
La Moncloa y la diplomacia española se han empleado a fondo en los últimos días. Fuentes del Gobierno creen que el trabajo está hecho. Calviño tiene muchas opciones de ganar, dicen. Por supuesto, se mantiene la prudencia. Los rivales de la número tres del Ejecutivo son en teoría de países más pequeños, pero esa es precisamente su fortaleza.
"Los candidatos más pequeños siempre enmascaran los intereses de otros países más grandes", admiten desde el Gobierno. "Por eso estamos en guardia. La votación pinta bien".
"Moderado optimismo de Sánchez"
Los rivales de Calviño son el luxemburgués Pierre Gramegna y el irlandés Paschal Donohoe. El Eurogrupo, que agrupa a los 19 países de la Unión Europea que comparten el euro, se reúne el jueves por la tarde de forma telemática. El último punto del orden del día es la elección de su nuevo presidente.
"Soy razonablemente optimista en que podamos lograr un importante puesto para España", ha dicho Sánchez este miércoles en una rueda de prensa con su homólogo italiano, Giuseppe Conte. "Va a haber gobiernos progresistas y conservadores que apoyen la candidatura española".
La victoria de Calviño sería un espaldarazo para España en plena negociación para el reparto de los 750.000 millones del fondo de reconstrucción de la UE para paliar la crisis económica de la covid-19. El consejo europeo de mediados de julio decidirá el reparto y la condicionalidad de estos fondos.
El Eurogrupo, como ocurrió en la crisis del 2008, jugará un papel clave en la propuesta, supervisión y vigilancia de los recortes y reformas estructurales que propongan los distintos países para acceder al fondo. El objetivo de España es que la cantidad de dinero en subvenciones y transferencias sea superior a la de préstamos. Pero en cualquier caso, el Gobierno es consciente de que la UE exigirá compromisos claros en la reducción de déficit y deuda.
La renuncia de Laya a la OMC
Otro factor que puede jugar a favor de Calviño es la renuncia de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, a presentar su candidatura a la dirección general de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Laya ha vendido esta retirada como una decisión personal, pero la realidad es que la ministra ha apurado sus opciones hasta el último minuto.
El caso de Laya era más complejo. Su candidatura no era de España, sino de la Unión Europea en su conjunto. Y algunas fuentes del Gobierno consideran que su retirada de la carrera por la OMC responde a que el Gobierno ha sacrificado a Laya para asegurar el cargo de Calviño.
Otras fuentes consultadas por este diario, sin embargo, aseguran que nada tiene que ver una cosa con la otra. Y que González Laya nunca tuvo opciones reales en la OMC, porque su candidatura no era del agrado de Estados Unidos.
