El sector de las escuelas infantiles está sumido en la incertidumbre. El Gobierno incluyó en su plan de 'desescalada' la reapertura de Infantil con el fin de acoger a los menores de hasta 6 años cuyos padres acrediten que tienen que trabajar de manera presencial.
La excepcional vuelta al cole de los más pequeños se pondrá en marcha a partir del 25 de mayo en aquellas provincias que hayan podido ingresar en la denominada fase 2. Sin embargo, los centros ni siquiera conocen cuál es el máximo de alumnos permitidos por aula ni las medidas que han de tomar para garantizar la seguridad sanitaria de los alumnos y trabajadores.
"Fuimos los primeros en cerrar para evitar la propagación del coronavirus y ahora seremos los primeros en abrir sin contar con garantías sanitarias ni económicas", afirma una educadora infantil de un centro privado de la Comunidad de Madrid.
Las quejas se extienden por todo el país. "La vuelta de un centro de 0-3 o de 0-6 años no se prepara de la noche a la mañana. Se necesita tiempo para poder hacerlo bien y de forma segura. Más que 'desescalada', parece un periodo de prueba. Nuestro sector no debe ser considerado como un laboratorio ni los equipos y familias como conejillos de indias", denuncia.
La vuelta de un centro de 0-3 o de 0-6 años no se prepara de la noche a la mañana", advierte una educadora
La Asociación de Centros de Educación Infantil de Madrid (ACEIM) explica que la actividad se paralizó en la mayoría de las comunidades en fechas anteriores al estado de alarma decretado por el Gobierno. "Ahora se inician los procesos de vuelta a la actividad que deben ser muy aclarados por el Ejecutivo y matizados por todas las instituciones encargadas de restablecer esta incorporación", consideran.
Sin conocer el aforo concreto ni los protocolos
Tras destacar que las Escuelas Infantiles son los únicos espacios apropiados para la incorporación de los niños de las edades de cero a seis años, emplazan a la Administración a no permitir que los niños accedan a estructuras ilegales que no cuentan con autorización y que trabajan al margen de cualquier normativa.
"Si se quiere establecer a los padres un límite en el acceso a las escuelas, este debería realizarse en base a delimitar un aforo o porcentaje de ocupación, teniendo en cuenta los metros cuadrados y el número de aulas y de espacios de usos múltiples de cada centro, y no someterlo únicamente a la situación que puedan acreditar los padres respecto a su situación laboral", destacan.
Es imprescindible tener la garantía para salvaguardar la salud de los niños y de los trabajadores", reclama el sector
De acuerdo a ACEIM, es necesario contar con medidas que garanticen la viabilidad de esa incorporación en materia sanitaria, pero también laboral y económica. "Es básico contar con unos protocolos claros y asumibles por parte de las escuelas infantiles, facilitándoles por parte de la Administracion los medios necesarios para llevarlo a cabo. Es imprescindible tener la garantía para salvaguardar la salud de los niños y de los trabajadores", señalan.
Y advierten que "pretender un distanciamiento social en las escuelas infantiles, no es posible debido a la edad de los alumnos y la necesidad de contacto físico que para su óptimo desarrollo". "Debe sustituirse por otro tipo de medidas, las cuales deben conocerse por las escuelas con tiempo para poder valorar la viabilidad de su implantación así como de su coste", insisten.
Temor a no contar con demanda ni ingresos
"Es imprescindible que se conozca el número de alumnos que se van a permitir por aula, y que se produzca una incorporación flexible del personal que se encuentra en los ERTEs proporcional al reinicio de la actividad cuando sea viable. Esta flexibilización debe prorrogarse hasta el comienzo del curso siguiente", consideran.
Por otro lado, ACEIM pide que las Escuelas dispongan de los recursos económicos necesarios para la sostenibilidad de la actividad. "Hay que tener en cuenta que, por la limitación del aforo, las aportaciones de los padres disminuirán y que en la mayoría de las CCAA las escuelas infantiles y los padres de estas carecen de cualquier tipo de ayudas", recuerdan.
El cierre de estos centros no supone solo un problema empresarial. Desembocará en un problema social", advierte ACEIM
"Es necesario que el Gobierno planifique con las autonomías un plan económico para que las Escuelas puedan abrir sus puertas, facilitando ayudas directas a los centros que garanticen la posibilidad de su apertura y el poder dar el servicio a las familias. Es imprescindible generar un proyecto económico para el inicio del próximo curso que garantice su viabilidad", explican.
Según ACEIM, el cierre de estos centros no supone solo un problema empresarial."Desembocará en un problema social ya que desaparecerá una parte imprescindible de la oferta educativa del país", advierten.
En la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (ACADE) aseguran que "hasta ahora no tenemos ninguna directriz".
"Antes de la apertura de centros de educación infantil privados decretada por el Gobierno deberíamos haber sabido las condiciones en que esta apertura se llevaría a cabo. No tenemos ni idea. Los centros de educación infantil privados no tienen ninguna comunicación de la administración sobre cómo y en qué condiciones pueden abrir sus escuelas. Nos encontramos en una incomunicación e indefensión absoluta", denuncian.
Pocas certezas en cuanto a la demanda
Mariano Vivancos, director gerente de la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (Feceval), considera que el anuncio del Gobierno sobre la incorporación de los menores de hasta seis años a las aulas en la llamada Fase 2 ha generado "mucha alarma" en el sector. "No se concreta el número de alumnos y no se concretan las medidas a tomar", dice.
Según Vivancos, las medidas de Sanidad -como la de llevar mascarillas. son más "difíciles" de cumplir en la etapa de 0 a 6 años. "Por otro lado, no conocemos la demanda de las familias. Las escuelas se van a tener que poner en marcha y deshacer ERTES ante la poca certeza de la demanda de las familias en un contexto de pandemia", apunta.
"Queda poco tiempo para poder abrir el 25 de mayo con garantías. Muchos prefieren no abrir en estas condiciones. Mientras tanto, el Gobierno abre un debate sobre el arranque del próximo curso", señala Vivancos, que además reivindica las ayudas de emergencia para los centros que se han aprobado y que aún no se han cobrado.
En Extremadura, la Asociación de Centros de Educación Infantil y Guarderías (Aceigex) ha pedido a la Consejería de Educación y Empleo que dé por finalizado el curso en estos centros hasta su reapertura en septiembre porque sería "imposible" mantener el distanciamiento en niños tan pequeños y asumir los costes de funcionamiento con pocos alumnos.