"Yo no participé ni dirigí ninguna estrategia". La expresidenta del Parlament Carme Forcadell se ha desmarcado este martes del referéndum del 1-O durante su interrogatorio ante el tribunal que juzga la causa del 'procés'. Ante las preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal, ha asegurado que se limitó a "cumplir" con sus obligaciones, que no incluían valorar la "constitucionalidad de las resoluciones parlamentarias".
Forcadell ha negado haber participado en reuniones para gestar el referéndum. La única que ha admitido es la que tuvo lugar antes de que el expresidente catalán Carles Puigdemont se sometiera a la cuestión de confianza en la Cámara catalana, donde luego se planteó la celebración del referéndum.
Ante la pregunta sobre por qué se admitieron a trámite en la Mesa del Parlament las leyes de desconexión y la ley del referéndum, Forcadell se ha escudado en que no es corresponde a la Mesa "entrar en el fondo" de los escritos "ni valorarlos". "No es potestad de la Mesa valorar la constitucionalidad de las resoluciones parlamentarias ni entrar en el fondo de las resoluciones parlamentaria", ha dicho.
"Desde la Mesa del Parlamento siempre hemos tenido en cuenta los derechos fundamentales", ha insistido la diputada tras hacer referencia a la libertad de expresión y a la inviolabilidad parlamentaria.
Forcadell, que se encuentra en prisión desde marzo de 2018, es la última de los acusados en declarar ante el tribunal que juzga la causa. Tras dos semanas de sesiones maratónicas, la expresidenta del Parlament cuenta su versión de lo que ocurrió en la Cámara catalana en septiembre de 2017 cuando se aprobaron las leyes de desconexión y se permitió la votación de la declaración unilateral de la independencia (DUI).
17 años de prisión
Por estos hechos, la Fiscalía la considera "promotora" del 1-O como principal representante del Poder Legislativo en Cataluña. Para ella, el Ministerio Público pide 17 años de prisión por un delito de rebelión, mientras que la Abogacía del Estado solicita una pena de 10 años al ver un delito de sedición.
En un recurso presentado el pasado enero, Forcadell se desvinculó de la organización del 1-O. Alegó que como presidenta del Parlament, no participó en la "toma de decisión de convocar un referéndum" ni tampoco intervino "de ninguna forma" en la "dirección, promoción, preparación y/o ejecución" del 1-O.
Durante la primera sesión del juicio, la abogada Olga Arderiu solicitó la expulsión de Forcadell del procedimiento, alegando que únicamente se le imputan actuaciones que estaban protegidas por la inviolabilidad parlamentaria.
Este mismo martes, la defensa de Forcadell ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) contra el auto del Tribunal Supremo y las resoluciones posteriores del Tribunal Constitucional que mantienen a la expresidenta del Parlament en prisión provisional.