Política

Casado equipara a Rivera con Sánchez para frenar el 'sorpasso naranja'

Casado equipara a Ciudadanos con el PSOE, a Rivera con Sánchez y reivindica al PP como 'la única alternativa de Gobierno'

  • Pablo Casado, este domingo en Sevilla

Pablo Casado ha convertido la precampaña andaluza un debate a escala nacional. Los mensajes del líder del PP empujan a Ciudadanos hacia la izquierda, emparejan al partido naranja con el PSOE y recuerda que Albert Rivera pedía en 2016 el voto para la investidura de Pedro Sánchez. Ocupar el centroderecha es el objetivo del presidente del PP. El pasado de Cs, sus 'amistades peligrosas' y su 'política veleta' van a salir a escena estos días en forma reiterada.

"Quienes querían en su momento que Sánchez gobernara en España, difícilmente van a impedir ahora que siga gobernando", señalaba este fin de semana en Sevilla el líder del PP, quien tiene previsto dedicar las próximas semanas a la campaña andaluza. Susana Díaz y su desastrosa gestión es el eje de los discursos de Juanma Moreno, el candidato de los populares.

Casado se centra en Pedro Sánchez, en sus relaciones con los separatistas, en sus favores a quienes pretenden destruir la unidad de España. Al tiempo, le dedica severos mandobles dialécticos de Ciudadanos, para frenar el riesgo del 'sorpasso naranja' que anuncian alguna encuestas. 

Casado recordaba el domingo que Rivera pedía incluso a Pablo Iglesias, en sede parlamentaria, que sumara al "abrazo" de Ciudadanos con el PSOE para tener un gobierno del cambio en España, presidido por Sánchez". Y recuerda con insistencia que quienes se han esforzado por hacer sobrevivir al Gobierno de Susana Díaz" pueden ahora presentarse como la opción del cambio en Andalucía.

"Sin hacer ruido"

Mientras Rivera y su gente se manifestaba en Alsasua en favor de la Guardia Civil, Casado enviaba a esa localidad a Ignacio Cosidó, el portavoz de la bancada popular en el Senado, y a Ana Beltrán, presidente del PP en Navarra. También se sumaron algunos concejales y alcaldes del País Vasco. Desde Sevilla, recordaba Casado que ya estuvo en aquella localidad probatasuna el pasado mes de junio, y visitó el cuartel de la Guardia Civil para mostrar su apoyo a los agentes apaleados "sin necesidad de hacer ruido". Desde Génova se recordaba horas más tarde que con 'el ruido' se referían a los filoetarras, que este domingo intentaron evitar la manifestación de los demócratas.  

La estrategia de Casado se basa en no insultar ni agredir verbalmente a Ciudadanos, formación con la que tendrá que contar para montar gobiernos en algunas regiones y ayuntamientos. Se centrará, eso sí, en rescatar episodios de su pasado, como aquel intento de acuerdo de investidura Sánchez-Rivera, o de apoyar sin pestañeos a Díaz. Quien respalda al PSOE en Andalucía difícilmente va a esforzarse por hacer lo propio en el resto de España, viene a ser el eje del discurso del líder del PP. 

La dirección nacional de los populares asegura que este discurso está logrando su efecto, según los sondeos parciales que se llevan a cabo estos días. Falta por ver si el escándalo de los audios de Dolores Cospedal están afectado a la campaña. "Es un asunto molesto e incómodo que interfiere en la campaña, pero aún no sabemos si su efecto es tan corrosivo como algunos apuntan, señalan fuentes de la cúpula del PP. 

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