Política

Cataluña cierra en falso una semana de huelgas

El acuerdo llega tras una semana en la que la presión sobre el Gobierno de Torra ha ido 'in crescendo'. Este jueves 25.000 manifestantes en Barcelona, según los convocantes

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A última hora de este jueves se anunció un pacto para acabar con la huelga de médicos de primaria en Cataluña. El acuerdo llega tras cuatro días de huelga y manifestaciones a las que se sumaron, docentes, alumnos, bomberos y otros colectivos de trabajadores públicos, que ha provocado el aplazamiento de casi el 80% de miles de visitas programadas en los centros de atención primaria. Los detalles del acuerdo aún no se conocen pero fuentes de la Consejería de Trabajo de la Generalitat, que ha realizado funciones de mediador entre el Instituto Catalán de la Salud y el sindicato Metges de Catalunya, apuntan que la Generalitat habría cedido en la principal reivindicación que no era otra que permitir a los médicos de atención primaria dedicar un mínimo de doce minutos por paciente.

El acuerdo llega tras una semana en la que la presión sobre el Gobierno de Torra ha ido 'in crescendo'. Este jueves 25.000 manifestantes en Barcelona, según los convocantes, y otros miles en diversas ciudades catalanas salieron a la calle para protestar a pesar de la petición realizada veinticuatro horas antes por Eduard Pujol, portavoz adjunto de Junts per Catalunya, la formación de Puigdemont y Torra, de que nada les distrajera de su objetivo supremo de alcanzar la República.

A lo largo de los cuatro días en que los centros de atención primaria han permanecido cerrados Puigdemont no ha publicado un solo tweet sobre la situación en Cataluña. Ajeno a la realidad cotidiana él se ha dedicado a twittear sobre otros temas como Borrell, el Rey o la visita de Xi Jinping. El Gobierno catalán afrontó inicialmente la huelga con un perfil premeditadamente bajo, dejando la política declarativa en manos de un director general. Las ofertas iniciales del Govern independentista a los facultativos no fueron suficiente: contratar doscientos médicos más e invertir 100 millones de euros.

Durante la semana, en paralelo a las protestas, ha habido contactos entre los partidos independentistas y los Comunes, la confluencia catalana de Podemos, para negociar los Presupuestos de la Generalitat

El aumento de las protestas, la adhesión de otros colectivos de trabajadores públicos como los bomberos, que han sido punta de lanza de las movilizaciones independentistas, y el creciente malestar social ha llevado al gobierno catalán a cambiar la estrategia tanto en comunicación como en negociación. Los portavoces de la Generalitat pasaron a media semana a señalar, sin rubor alguno, a la falta de financiación, el déficit fiscal y la supuesta marginación que sufre Cataluña como elementos responsables de los problemas de la sanidad catalana a la vez que decidían ceder en todas las peticiones realizadas por los sindicatos para terminar así con la huelga a la vez que recuperaban el discurso del "España nos roba". La semana de protestas así como los errores de comunicación se convirtió en una amenaza para los independentistas en el poder en la Generalitat dado que muchos de los colectivos que se han manifestado, como los sindicatos de enseñanza USTEC o ASPECP o el Colegio de Médicos de Cataluña, son colectivos muy afines a las tesis independentistas.

Presupuestos de la Generalitat

Durante la semana, en paralelo a las protestas, ha habido contactos entre los partidos independentistas y los Comunes, la confluencia catalana de Podemos, para negociar los Presupuestos de la Generalitat, pero las posturas están muy alejadas y la condición sine qua non de los comunes es el apoyo a los presupuestos de Ada Colau. Así las cosas, el acuerdo no se va a materializar dado que si las afirmaciones sobre falta de recursos de la Generalitat son ciertas no se sabe de donde saldrá el dinero para cumplir el compromiso firmado pero eso no importa a los dirigentes independentistas, lo fundamental era terminar con la huelga cuanto antes.

Torra ha tenido suerte, solo los socialistas catalanes han intentado sacar tajada de la situación repitiendo hasta la saciedad que los problemas de financiación de Cataluña se resolverían si ERC y el PDeCAT dieran el visto bueno a los presupuestos del Estado que, según sus cálculos, otorgarían a Cataluña 2.200 millones de euros. Tanto Cs como el PP no han jugado ningún papel en esta crisis, la mayoría de los manifestantes son cercanos a ellos y, además, la campaña andaluza consume sus energías.

Gobernar es tomar decisiones y el Gobierno catalán priorizo referéndums, pseudoembajadas o financiar TV3

El deterioro de los servicios públicos en muchos lugares de España fue evidente durante los años de crisis iniciada en 2008, algunas Comunidades Autónomas han recuperado esos servicios y otras no tanto. Cataluña está a la cola de dotación presupuestaria en sanidad, ocupa lugares atrasados en listas de espera y eso sucede a pesar de tener uno de los tramos autonómicos de IRPF más elevados de España así como ser la Comunidad mejor dotada de dinero procedente del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). El problema de Cataluña no es solo de dinero lo es ante todo de gestión. Gobernar es tomar decisiones y el Gobierno catalán priorizo referéndums, pseudoembajadas o financiar TV3 a la vez que abandonaba la política social, las infraestructuras y los servicios públicos.

El independentismo cerrara en falso y provisionalmente la crisis hasta que llegue una nueva huelga o Cs presente una moción de censura dado que es el único grupo que tiene votos para ello en el Parlamento catalán.

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