Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil encargados del 'caso Lezo' han reclamado al juez que investiga la causa en la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, que se dirija a Florentino Pérez para que identifique al jefe de una obra de Dragados, con la intención de determinar si este empleado consiguió una rebaja en la reforma del jardín de la vivienda de expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, el presunto cabecilla de la trama corrupta.
"Parece que los servicios pudieron ser abonados en metálico por Lourdes Cavero a la paisajista Lucía Serredi por importe de 9.000 euros, (tras conseguir una rebaja de 6.000 euros sobre el precio inicial gracias a la intermediación de Dragados)", especifica la Guardia Civil en un informe de 22 de octubre dirigido al juez, y al que ha tenido acceso 'Vozpópuli'.
La UCO recuerda también en el informe dirigido al magistrado que el ex consejero delegado de Agropark, empresa que construyó el jardín de Ignacio González, confirmó ante la Policía que también se ocupó del jardín del Cuarto Depósito de Plaza de Castilla y que la empresa contratista fue Dragados.
La Guardia Civil sospecha que un empleado de Dragados, que fue la empresa adjudicataria de la obra de acondicionamiento del Tercer Depósito del Canal de Isabel II en Madrid, con un presupuesto de 24,26 millones de euros, podría haber negociado en nombre de Ignacio González una rebaja de 6.000 euros en unas obras en la vivienda del expresidente de la Comunidad de Madrid.
La UCO inició las pesquisas después de encontrar, durante el registro de la casa de González, dos facturas emitidas por la paisajista italiana Lucía Serredi, cuyo destinatario era la constructora de Florentino Pérez. El concepto del presupuesto era el diseño del jardín de la vivienda de González y su esposa, Lourdes Cavero.
Ático de Estepona
Precisamente, Lourdes Cavero fue la persona que logró alquilar, a un precio más bajo que el del mercado, un ático de lujo en Estepona (Málaga) a una empresa radicada en Delaware (Estados Unidos), representada por el presunto testaferro mexicano Rudy Valner, que también trabajaba para una de las empresas del presidente del Atlético de Madrid Enrique Cerezo.
Según la Guardia Civil, las fechas de los documentos encontrados en la vivienda de Madrid de González se corresponden cronológicamente con las de la tramitación administrativa del proyecto modificado de las obras de acondicionamiento del Tercer Depósito del Canal de Isabel II.
La paisajista italiana, que declaró como testigo en la Audiencia Nacional, reconoció que ella había diseñado el jardín y que los prepuestos le fueron solicitados por "una persona de Dragados", aunque no pudo recordar su nombre. Y por eso la Guardia Civil quiere determinar la identidad de este empleado de la firma de Florentino Pérez.
Estaba en Dragados
En su declaración, la empresaria italiana dijo que el empleado de la constructora habló en nombre del expresidente madrileño: "No recuerdo el nombre, pero estaba en la dirección de obra de Dragados y me dijo: me pregunta Ignacio González que qué le cobrarías por hacerle un proyecto. Yo supongo que me echó a Dragados para ir haciéndome rebajas", completó la empresaria Lucía Serredi.
Por ello, la UCO concluye que una persona no identificada, pero que trabajaba en Dragados, pudo haber intermediado para que González obtuviera una rebaja en el precio de los servicios de la paisajista.
Además, la investigación de la Guardia Civil ha detectado que un mismo empleado aparece implicado en dos obras sospechosas.
El mismo jefe de obra
En concreto, se trata de Juan M.A, que fue el jefe de obra de Dragados en el acondicionamiento del tercer depósito del Canal de Isabel II (CYII).
Al mismo tiempo, Juan M.A. fue la persona que propuso subcontratar a la sociedad Tecnoconcret para la construcción de un campo de golf de césped artificial en el centro de Madrid, una propuesta que fue aceptada por el delegado de Dragados, José Luis Escudero.
El juez Manuel García-Castellón considera que la firma Tecnoconcret, que aparece bajo el control de la familia de Ignacio González, en realidad era propiedad del expresidente madrileño.