Ciudadanos ha formado la primera gran coalición autonómica de su historia con UPN en Navarra. Se trata de un acuerdo amplio para las elecciones generales, autonómicas y municipales que implica la renuncia de ambos partidos a sus respectivas marcas. La coalición se denominará Navarra Suma.
El movimiento de Albert Rivera tiene muchas lecturas. La más evidente es la estratégica. El partido naranja se garantiza, por un lado, la entrada a una comunidad en la que es fuerza extraparlamentaria. Y, por otro, el apoyo de los diputados de UPN si el líder naranja es candidato a una investidura. Habrá listas conjuntas al Congreso, el Senado, el Parlamento navarro y los municipios más importantes de la comunidad.
Ciudadanos obtuvo el 2,96% de los votos en 2015 y se quedó fuera de la Cámara por un puñado de papeletas. Este acuerdo con UPN, el partido más votado hace cuatro años, le hace albergar esperanzas de desalojar del Gobierno navarro al nacionalismo vasco y formar parte de un hipotético nuevo Ejecutivo y algunas alcaldías clave.
"Es un orgullo saber aparcar diferencias para darnos la mano por Navarra y por España", ha dicho Rivera. "Necesitamos un gobierno que defienda los símbolos, nuestra identidad y que nos defienda de las ansias separatistas y anexionistas que pretenden anexionar a este territorio al País Vasco".
Las dificultades de Cs fuera de Cataluña
Ciudadanos nació en 2006 como una reacción al nacionalismo catalán. Su crecimiento en Cataluña ha sido imparable hasta ganar las últimas elecciones. Pero desde que dio el salto nacional no ha conseguido replicar ese éxito en otras comunidades con la presencia de fuerzas nacionalistas. No tiene diputados ni en Navarra, ni en País Vasco, ni en Galicia ni tampoco en Canarias.
Navarra es un territorio foral. A pesar de abundante opinión publicada, Ciudadanos nunca ha llevado en un programa electoral la supresión de los privilegios forales de Navarra y el País Vasco.
El partido reconoce que el convenio económico navarro y el cupo vasco son constitucionales, pero nunca se ha mostrado demasiado favorable a esta excepcionalidad. Y en más de una ocasión ha agitado esa bandera contra PP y PSOE.
El convenio, al igual que el cupo, supone que la Hacienda foral navarra tiene la potestad para establecer y recaudar los impuestos correspondientes a su territorio. Con los ingresos obtenidos financia los servicios públicos de su competencia (sanidad, educación, políticas sociales, carreteras, etc.) y, mediante una contribución conocida como aportación económica, satisface al Estado el importe correspondiente a las competencias que la Administración central presta en su territorio.
La crítica de Ciudadanos es que la factura que los territorios forales pagan al Estado está basada en intereses políticos y no en cálculos económicos. Por eso, el partido naranja fue el único que votó en contra del nuevo cupo vasco a finales del 2017.
Foralidad, convenio y cupo
En el acuerdo que Rivera y el líder de UPN, Javier Esparza, han firmado en Pamplona se ha llegado a un punto de encuentro sobre el convenio navarro. Ciudadanos ya no cuestiona el modelo foral.
"Se acuerda respetar el convenio económico como instrumento adecuado para asegurar la libertad, estabilidad, cohesión y desarrollo del pueblo navarro", dice el pacto.
"En todo caso, el convenio económico deberá acordarse siempre mediante una negociación basada en los principios de lealtad y transparencia en la que siempre deberán estar presentes los principios de solidaridad e igualdad entre españoles", añade.
Discurso autonómico y nacional
Ciudadanos defiende el modelo autonómico que emana de la Constitución, pero mantiene un discurso crítico con su desarrollo. El partido ha tratado de en estos años de conjugar reivindicaciones de carácter nacional con determinadas particularidades regionales. Una tarea bastante compleja.
Por ejemplo, Ciudadanos pide una armonización educativa que sitúe al castellano como lengua vehicular en todo el país. Y reclama una tarjeta sanitaria única o una cartera de servicios sanitarios comunes en todo el país. Al mismo tiempo, no ha dudado en reclamar el corredor mediterráneo (un proyecto de las comunidades del levante).
Ciudadanos ha descartado otros acuerdos de esta naturaleza en otras comunidades para las elecciones del 26-M.