El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, podrá acceder a la información confidencial que le suministre el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sin tener que someterse a la investigación que el servicio secreto realiza a toda persona candidata a acceder a este tipo de documentación, según han indicado fuentes gubernamentales a Vozpópuli.
Esta eximente para Iglesias, cuya entrada en la Comisión Delegada para Asuntos de Inteligencia ha generado polémica ante el riesgo de que países aliados restrinjan el intercambio de información con España, se debe a que el presidente del Gobierno, en este caso Pedro Sánchez, tiene la potestad de comunicar por escrito al CNI qué personas del Ejecutivo pueden acceder a información confidencial.
Este trámite se produce tras la formación del Gobierno y en la lista que La Moncloa envía al CNI se suele incluir a los miembros del Consejo de Ministros, así como a los secretarios de Estado y directores generales que están vinculados con la seguridad del Estado.
El resto de altos cargos, diplomáticos y mandos militares que quieran acceder a información clasificada como confidencial, reservada o secreta necesitan estar en posesión de la Habilitación Personal de Seguridad (HPS) que expide el CNI. Este permiso se renueva con cada cambio de destino o, en su defecto, cada cinco años.
27 situaciones de riesgo
Con carácter previo, el candidato a acceder a documentación sensible tiene que rellenar unos formularios -la llamada Declaración Personal de Seguridad (DPS)- que se envían a la Oficina Nacional de Seguridad (ONS), dependiente del servicio secreto. El CNI analiza con detalle las respuestas y abre una "investigación de seguridad" de la citada persona.
En este "análisis de riesgo" de un candidato al HPS se busca saber el grado de "lealtad, honradez y fiabilidad" de dicha persona "en el manejo de información clasificada" y se investiga también a sus cónyuges, familiares cercanos (hasta primer y segundo grado por consanguinidad o afinidad) e, incluso, amigos y allegados en alguna de las 27 situaciones de riesgo que el CNI enumera de forma prolija.
Por ejemplo, se investiga si el interesado o alguien cercano a él ha faltado al "acatamiento a la Constitución y al ordenamiento jurídico de España o de la Unión Europea", caso de algunos de los políticos independentistas catalanes, o cuestiones más mundanas como "dificultades financieras graves" o "el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas".
Calvo defiende a Iglesias
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, defendió ayer la presencia de Iglesias en la comisión que controla la actividad del CNI, algo que para Vox es una irresponsabilidad porque supone dar "gasolina y cerillas" a un "pirómano".
En el Pleno del Congreso, Calvo recordó que Iglesias es vicepresidente segundo del Gobierno como consecuencia del resultado electoral y por tanto "resulta bastante lógico" que esté presente en la Comisión Delegada para Asuntos de Inteligencia.
"Traslade nuestra felicitación al señor Iglesias por haber hecho realidad el sueño que nunca ocultó", ha ironizado el diputado de Vox Julio Utrilla, quien ha reprochado al líder de Podemos su "afán" por "controlar" el CNI y poder seguir así los pasos de "sus amigos de las repúblicas bolivarianas".
No dormimos tranquilos pensando que el pirómano está en esa comisión y Sánchez le ha dado un arsenal de gasolina y cerillas", advierte Vox
A juicio de Vox, permitir a Pablo Iglesias tener acceso a los servicios de inteligencia, donde se tratan los asuntos "más críticos y sensibles del Estado", es "un peligro para la Nación" que "pasará a los anales de la historia". Sin embargo, Utrilla ya ha avisado de que Vox estará vigilante y pedirá responsabilidades de las consecuencias que tenga haber tomado esta "nefasta decisión".
El diputado por Valencia del partido de Santiago Abascal admitió la "legitimidad" del escaño del vicepresidente segundo. "Pero no dormimos tranquilos pensando que el pirómano está en esa comisión y Sánchez le ha dado un arsenal de gasolina y cerillas", subrayó insistiendo en que no cejarán en su empeño de que Iglesias abandone la bancada azul del Gobierno y "vuelva al ostracismo del que nunca debió salir".