El Ayuntamiento de Barcelona no ha recabado ni una sola prueba de las supuestas "agresiones sexuales" a mujeres por parte de la Policía Nacional el 1 de octubre denunciadas por la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau. Según un informe que el Gobierno municipal ha presentado este martes en el Congreso de los Diputados, el área de Derechos de Ciudadanía, Transparencia y Participación sólo tiene constancia de los testimonios aportados por "al menos dos víctimas" entrevistadas. Según el edil de este departamento, Jaume Sans, no disponen de ningún otra prueba gráfica o audiovisual que acredite la veracidad de tales declaraciones.
"Tenemos los relato pormenorizados y los pondremos a disposición del juzgado. Y el juzgado dirá si ha y prueba suficiente o no para acreditar esos hechos. Lo que nosotros hacemos es ponerlos en conocimiento de la autoridad competente", ha admitido el cuarto teniente de alcalde de Barcelona en rueda de prensa en la Cámara baja.
El informe, basado en 143 testimonios (38 de ellos presenciales) fija como segunda de sus conclusiones que "la violencia ejercida tuvo un marcado carácter sexista". "Varias de las víctimas entrevistadas (tanto hombres como mujeres) manifestaron que los agentes 'iban a por las mujeres', para remarcar un trato especialmente vejatorio contra el ellas e incluso un uso de la fuerza aún mayor", añade el texto.
Justo a continuación, recoge que "al menos dos de las víctimas (mujeres) atendidas, a su vez, relataron agresiones sexuales como tocamientos de pechos y de otras partes del cuerpo como violencia acompañadas de expresiones vejatorias como 'putas' o 'no me gustan tus pechos'". Así mismo, el informe dice que "relatos parecidos de al menos dos personas más han llegado a conocimiento del personal del Servicio (de atención a víctimas de agresiones policiales del 1 de octubre), sin que por el momento se hayan podido entrevistar directamente a las mujeres afectadas".
El pasado 3 de octubre, Colau manifestó que una de las presuntas "agresiones sexuales" se produjo en la Barceloneta, mientras que otra habría tenido lugar en un colegio de Pau Claris, en el Eixample. Esta segunda persona, Marta Torrecillas, es la mujer que dijo primero que un policía le había "roto dos dedos de la mano" durante el desalojo y que días después cambió su versión un programa de TV3 confesando que sólo sufría capsulitis en un dedo, una inflamación benigna de la cápsula de una articulación.
El portavoz del PP en Congreso, Rafael Hernando, ha pedido a Colau que "no deje pasar ni un día más en pedir perdón a la Policía y Guardia Civil" tras haber realizado unas "acusaciones" que son "burdas". Por su parte, el Ministerio del Interior ya remitió a la Fiscalía tales declaraciones de la alcaldesa de Barcelona.