Política

La Complutense insta al juez a averiguar si Begoña Gómez registró su software ante notario

Gómez ha registrado marcas y dominios de la UCM a su nombre pero no el software en Registros oficiales. Puede haberlo hecho ante notario, una nueva modalidad que no es pública

Vanesa Nérida

La Universidad Complutense de Madrid (UCM) busca que el juez Peinado averigüe si Begoña Gómez ha registrado su software a su nombre ante notario. Se trata de la última pesquisa, la más avanzada, y que sólo puede culminar el juez, una vez que la mujer del presidente del Gobierno no está colaborando para esclarecer este hecho, clave para el caso y que de probarse llevaría a su imputación por apropiación indebida y posible condena.

Así se desprende del informe que ha remitido al juzgado la UCM el 1 de julio, en el que apunta a la comisión por parte de la mujer del presidente del Gobierno de un presunto delito de apropiación indebida. De hecho, el informe lleva como título u objeto: "Posible apropiación indebida de propiedad de la Universidad Complutense de Madrid (Software-Plataforma electrónica)". La Universidad alerta de la falta de "cooperación" de Gómez a la hora de "averiguar si se han causado perjuicios" a su patrimonio.

Y que un requerimiento al notario es el objetivo se sigue de la investigación que ha realizado Vozpópuli. El 2 de marzo de 2020, más de cuatro meses antes de llamar al rector de la UCM, Joaquín Goyache, a La Moncloa, y ocho meses antes de que se creara la Cátedra, Gómez solicitó a la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) el registro a su nombre de una marca con el nombre y el logo de la Cátedra y el Máster.

Gómez ha registrado una segunda marca en la OEPM con el nombre de Plataforma Transforma TSC, herramienta que ofrece en una web cuyo software crearon gratis para la Cátedra con un coste de 150.000 euros Telefónica, Indra y Google. También ha registrado el dominio de la web y ha creado una sociedad de la que es administradora única y controla al 100% con el mismo nombre.

Lo que no ha registrado a su nombre en los registros oficiales es el software, como ha comprobado Vozpópuli.

No es habitual hacerlo, pero el software puede registrarse como obra en el Registro de la Propiedad Intelectual a nombre de una persona física o jurídica. Vozpópuli ha podido constatar en el Registro de Propiedad Intelectual estatal, dependiente del Ministerio de Cultura, que Gómez no lo ha registrado, y tampoco en el de la Comunidad de Madrid.

Los funcionarios presentes trasladaron que la UCM acababa de realizar la misma pregunta.

Sí cabe otra manera de registrar el software, en depósito notarial del código fuente, que no es pública. Se trata de una novedad sofisticada que se utiliza últimamente en operaciones empresariales, cuentan abogados de Mercantil a este periódico.

Vozpópuli ha visitado la Notaría con la que trabaja Begoña Gómez para rastrear esta posibilidad. El funcionario no pareció sorprenderse por la visita ni desconocer lo que se le preguntaba, pero no desveló nada como cabía esperar. Si el juez se lo requiere, deberá hacerlo.

¿Estrategia de la UCM?

¿Sabía la UCM que Gómez iba a registrar o había registrado la marca de la Cátedra a su nombre? Desde la Complutense han mantenido que estaban analizando todo lo ocurrido e informarían cuando aclaren la situación, lo que han planteado especialmente en alusión al software, propiedad de la universidad, que Gómez ofrece en la web y que ha presentado a la Cámara de Comercio de España en sesiones en distintas ciudades.

La aclaración de la UCM ha llegado finalmente en este informe, que se dirige al juez tras concluir que "las actividades de investigación no permiten alcanzar una conclusión definitiva respecto a la existencia, o no, de perjuicio sobre su patrimonio".

"La UCM no tuvo conocimiento de la posible existencia de tales marcas hasta la publicación por los medios de informaciones referidas a María Begoña Gómez Fernández", advierte.

En cuanto a la creación de la empresa que ofrece el software, el informe asegura que se hizo "sin conocimiento ni participación de esta universidad", y avisa de que "por cuanto su denominación, persona que la constituye y objeto, pudiera dar lugar a, como mínimo, confusión con el contenido y promotores del convenio para la creación de la cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva firmado entre la Universidad Complutense de Madrid y otras personas jurídicas".

Aquí parece apuntar a un perjuicio a su patrimonio difícil de medir en estos momentos, situado en el terreno de los intangibles. Cabe recordar que Gómez ha creado un estructura para hacer negocio aprovechando el nombre y medios de la UCM y ha ofrecido ya su plataforma con el software a pymes, pero el software es gratuito.

El informe, elaborado por la asesoría jurídica, alerta de que "en su condición de administración pública se encuentra legalmente obligada a defender su patrimonio".

Parece difícil que la universidad no supiera que el logo de la Cátedra que aparece en su web junto con el de la UCM lo había registrado Gómez a su nombre, pero catedráticos consultados explican que es posible dada la libertad de movimientos que tienen las Cátedras. La mayoría no tienen logo. Las que sí lo tienen, no suelen tenerlo registrado y se trata de diseños de elaboración amateur o desinteresada que no buscan rédito comercial. 

En todo caso, la UCM parece buscar el ataque como defensa y de hecho el pasado 18 de junio ya intentó ejercer la acusación contra la esposa del presidente del Gobierno, lo que el juez rechazó el 20 de junio.

Falta de cooperación

Sobre la falta de "cooperación", la institución informa que la Universidad envío un correo electrónico a Begoña Gómez el pasado 11 de junio requiriéndole la aportación de documentación. La respuesta de la empresaria llegó un día después: "Le informo de que he recibido el correo y estoy reuniendo la información/ documentación que me solicita en cada una de sus cuestiones". Finalmente, a día de hoy, según especifica la propia institución, no se ha recibido información alguna.

El vicerrector de la Complutense acordó el 24 de junio convocar a la "comisión mixta de seguimiento de la cátedra" que dirige Gómez para analizar la Memoria de la Cátedra de 2023 y preguntarle por la información requerida, pero tuvo que suspenderla en el último momento: "A solicitud de Dña. María Begoña Gómez Fernández, y por motivos personales, la reunión ha quedado pospuesta a fecha 4 de julio y, por lo tanto, no se ha celebrado a la fecha de presentación de este escrito".

La Complutense entregó el documento al juez el 1 de julio, pocos días antes de la cita de Gómez frente al juez el 5 de julio, que finalmente se aplazó para este 19 de julio.

El 5 de julio sí declaró el rector como testigo, y develó que una secretaria de Gómez le llamó a su móvil personal para que acudiera a La Moncloa a una reunión con Gómez que tuvo lugar a finales de julio de 2020 y donde le planteó que creara la Cátedra.

El 15 de julio declaró Carlos Barrabés, miembro del claustro de profesores de la Cátedra y beneficiado por las cartas de recomendación de Gómez en unos concursos públicos que finalmente obtuvo. Parte de estos contratos los investiga la Fiscalía Europea.

Barrabés declaró haberse reunido con Gómez en la Moncloa ocho veces, dos de ellas con Sánchez presente.

Este viernes están llamados a declarar Gómez, el vicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales, José María Coello, y su predecesor, Juan Carlos Doadrio.

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  • P
    Pepedelacalle

    La verdad es que suena a lo de que la mejor defensa es un ataque, porque la antigua Universidad Central, desde Franco Complutense, no queda muy bien parada en el tema Begoña and Cia