Política

El futuro de Cospedal: la ministra de Defensa eclipsa a la secretaria general

La agenda de Dolores Cospedal al frente de la cartera de Defensa eclipsa su actividad como secretaria general en el partido a escasos dos meses de la celebración del Congreso Nacional del PP.

  • La ministra de Defensa, Dolores de Cospedal

Este miércoles no hubo ‘puente’ en el ministerio de Defensa. Su titular, Dolores Cospedal, acompañaba a Su Majestad el Rey en una visita a la base de Retamares, antigua sede del mando de las Fuerzas Aliadas de la Otan en Madrid. Ahora es el centro de las operaciones militares españoles tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Don Felipe, con uniforme de capitán general, acudía por primera vez a estas instalaciones en su condición de jefe del Estado. La jornada incluyó un minucioso recorrido por el Mando Conjunto de las Operaciones Especiales, el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y el Mando Conjunto de Ciberdefensa, dependencias clave en toda la actividad de nuestras tropas.

Cospedal, en estos primeros compases, ha optado por la discreción

Dolores Cospedal despliega una intensa actividad desde que accedió a la cartera de Defensa. Infatigable, ha ‘aterrizado’ con muy buen pie en un departamento singular, sin repercusión política inmediata y con alto sentido de Estado. Tras su designación como la segunda mujer elegida para ese cargo (Zapatero hizo ministro de Defensa a Carme Chacón), brotaron las dudas y hasta la polémica sobre la posibilidad de combinar estas responsabilidades con su trabajo como secretaria general del partido.

El debate sigue en pie, a la espera de conocer la decisión de Rajoy sobre la continuidad de su ‘número dos’ en Génova. Cospedal dijo desde el minuto uno que pretende compaginar ambas ocupaciones, pese a que incluso dentro de su formación emergieron algunas dudas al respecto. “No son labores compatibles, un ministerio de Estado con un cargo de tan alta responsabilidad institucional”, dijeron. La aludida optó por el silencio y centrarse en su trabajo en ambos cometidos.

Capitán, mande firmes

Defensa es un departamento sacrificado y exigente, aunque carece de un lustre mediático especial. Chacón, bien asesorada, logró aparecer en portadas de medio mundo al aparecer, embarazada, pasando revista a unas tropas. "Capitán, mande firmes", fue una frase que se hizo popular durante su desempeño en el puesto.

Cospedal, más discreta, no persigue ese tipo de repercusión. Tan sólo se permitió alguna imagen especial en su visita a la fragata “Navarra”, atracada en Catania, entre cuyas misiones figura la de combatir el tráfico de seres humanos en el Mediterráneo. También estuvo con el destacamento “Grappa”, el Ejército del Aire, en Sicilia. Una visita en la que estuvo acompañada por un importante grupo de periodistas que recogieron las imágenes de la recién estrenada ministra dirigiéndose a la tropa formada en el puente.

Su agenda como titular de Defensa es tan intensa como casi invisible. Reunión con los ministros de Defensa de la UE en Bruselas, encuentro con el Comité Político y de Seguridad de la Coalición Global contra el Daesh, despacho con el Consejo Superior de la Armada, visita a San Sebastián para hablar sobre el futuro de los cuarteles de Loyola… Hay otros ministerios con mayor relevancia pública, y hubo otros ministros que lograron sacar enorme rendimiento a esta cartera. Cospedal, en estos primeros compases, ha optado por la discreción. Es el sello de la casa.

Silencio en Génova

Desde el trágico fallecimiento de su gran amiga Rita Barberá, a quien defendió casi en solitario desde las filas de su partido, Cospedal ha optado por evitar los medios.  Como secretaria general del PP no ha efectuado declaraciones, ni siquiera ha comparecido en las ruedas de prensa de los lunes, ya que el Comité de Dirección del PP lleva dos semanas sin reunirse. Se la vio pasar, casi como un suspiro, en el Congreso durante los actos del Día de la Constitución. Apenas se detuvo a conversar con algún informador, evitó los famosos ‘corrillos’ con los periodistas y se evaporó rápidamente. Mientras Mariano Rajoy, como es tradición se paseaba por los salones del Congreso, o la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, explicaba a algunos periodistas su complicado plan de la ‘operación diálogo’ en Cataluña, Cospedal permaneció brevemente en las dependencias parlamentarias y enseguida embocó sus pasos hacia la puerta de salida.

¿Continuará o no Cospedal en el cargo? ¿Considerará Rajoy que es compatible con el Departamento de Defensa?

Rajoy ha convocado para los días 11 al 13 de febrero el 18 Congreso Nacional del PP, eternamente aplazado a la espera de solventar el trance de la formación de Gobierno. Confirmada la continuidad del presiente como jefe de filas de los populares, descartado el debate sobre las primarias, la única duda por despejar es saber el nombre del secretario general de la formación. ¿Continuará o no Cospedal en el cargo? ¿Considerará Rajoy que es compatible con el Departamento de Defensa?.

Nadie en la cúpula de la formación conservadora tiene la respuesta. Sólo la sabe Rajoy. Circula la especie de que Cospedal pactó con la aceptación de Defensa a cambio de mantenerse en su puesto en el PP. De ahí sus palabras a los periodistas: “No os vais a librar de mi”. Ambiguas e inconcretas. Más madera para la elucubración.

Repercusión mediática

En estas semanas de comienzo de la Legislatura y de la puesta en marcha del nuevo Gobierno, la actividad de la ministra eclipsa, en parte, a la de la secretaria general. Sin hacer ostentación de sus ‘galones’, la agenda de Defensa tiene más repercusión que el silente trabajo de despacho en la sede del partido. Este miércoles, con el Rey, hace unos días, en la fragata en el Mediterráneo, y en Navidad, quizás un desplazamiento a alguna zona en conflicto donde actúan tropas españolas.

Cospedal despliega estas semanas un táctica que domina. Cumple a rajatabla su trabajo sin hacer ruido, sin dar la nota, sin llamar la atención. Los altos mandos de Defensa, liberados del Jemad que se afilió a Podemos, la han acogido con los brazos abiertos. “Ha caído bien”, comenta un alto mando veterano. En el partido, está atenta a la celebración del Congreso. El día a día lo lleva Fernando Maíllo, secretario de Organización y jefe de la sala de máquinas de Génova. Cospedal se ha quedado sin papel relevante en esta función. Presidie el Comité Organizador Luisa Fernanda Rudi. Cristina Cifuentes actuará de anfitriona. Las ponencias del cónclave están a cargo de los vicesecretarios generales.

No caben sorpresas. “Lo más delicado empezará luego, con la celebración de todos los congresos regionales y locales pendientes”, comentan. Hay una renovación de cargos regionales pendientes de este trámite. Un relevo que afectará a la dirección de muchas organizaciones territoriales. Cuestión delicada a la que la secretaria general presta enorme atención. La duda es si, para entonces, seguirá siendo la ‘número dos’ del partido.

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