La precandidata a presidir el Partido Popular María Dolores de Cospedal ha reconocido este jueves que "dar la cara" por el PP cuando empezaron a saltar los casos de corrupción ha "perjudicado" su imagen, pero no se arrepiente "de nada" y está segura de que la militancia y la ciudadanía "prefiere a alguien que da la cara que a las personas que se esconden".
"He dado la cara y he defendido a mi partido de temas que no tenían que ver directamente conmigo porque es mi partido y porque los miles de militantes del PP que cada día se levantan a trabajar y a dar lo mejor, no se merecían que nuestro partido estuviera manchado por las corruptelas o por los robos que hubieran podido hacer algunas personas vinculadas con nosotros en el pasado", ha señalado en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, desmarcándose de la otra candidata a presidir el PP que estuvo en el Gobierno de Mariano Rajoy hasta su caída, la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
"Sé que ha perjudicado mi imagen, lo sé muy bien, esto es un coste siempre pero no me arrepiento", ha sentenciado Cospedal, para incidir en que si el haber dado la cara "se considera un perjuicio y no un haber" en su 'expediente', pues entonces está en un partido "distinto" del que ella creía y "no merecería la pena". "Una es como es, y yo soy como soy para lo bueno y para lo malo. No creo que sea negativo, pero eso tendrán que decirlo los afiliados", ha apostillado.
En su intervención, Cospedal ha dicho que su oferta a los afiliados pasa por devolver la posibilidad de "hablar sin complejos" de lo que son y han sido los 'populares' y así, recuperar "el orgullo de ser del PP", porque "ha habido mucha gente que se ha visto cohibida y avergonzada por algunos que han manchado las siglas". Además, ha reiterado que su candidatura está abierta y aspira a "contar con todo el mundo", incluidos los también precandidatos Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado.