Un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (CSIC), la agencia estatal de investigación adscrita al Ministerio de Ciencia e Innovación, confirma que los expertos alertaron al Gobierno “desde el primer momento” de la “gravedad” del brote de coronavirus y de la necesidad de tomar medidas "desde el primer momento", según publica 'La Razón'.
A pesar de estar advertidos, el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos permitió la manifestación del 8-M, así como otros eventos multitudinarios, a sabiendas del peligro que suponía, y no decretó el estado de alarma hasta el pasado día 14 de marzo, cuando ya se habían producido 136 muertes por coronavirus. El Covid-19 ya ha contagiado a más de 33.000 personas y ha provocado casi 2.200 fallecidos en España.
El documento del CSIC en cuya portada reza la advertencia: “uso exclusivamente interno CSIC”, se titula Covid-19: Resumen para información interna del plan de acción del CSIC ante la pandemia. Está redactado en enero y fue actualizado este domingo 22 de marzo. En él se puede leer que “desde el primer momento nuestros investigadores han apuntado con argumentos científicos y basados en la experiencia la gravedad de la situación, y han apoyado la necesidad de tomar medidas, aunque éstas tengan que ser duras, como de hecho lo están siendo”.
Mientras el Gobierno minimizaba la magnitud de la epidemia, el CSIC ya estaba involucrado en proyectos de investigación
El primer positivo por Covid-19 en España se detectó el pasado 31 de enero, era un turista alemán que se contagió en su país antes de viajar a La Gomera, donde fue aislado en un hospital de la isla canaria. Ese mismo día, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, afirmó ante los medios que “España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado [de coronavirus]”.
Illa pedía “no caer en alarmismos” e indicaba que “no es necesario ir con mascarillas por la calle”
Por aquellas fechas, y mientras el Gobierno trataba de minimizar la magnitud de la epidemia, el CSIC ya estaba involucrado en proyectos de investigación del coronavirus. “En enero de 2020, tras una reunión del equipo de dirección del CSIC con la dirección e investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB)”, según señala el documento, “se acordó lanzar con carácter inmediato un proyecto con financiación propia apoyando la línea de trabajo del laboratorio de coronavirus del CNB”, liderado por los doctores Luis Enjuanes e Isabel Sola.
Varias semanas más tarde, el 14 de febrero, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmó que con las medidas adoptadas hasta ese momento para hacer frente a la pandemia “es más que suficiente” y días más tarde, el 25 de febrero, tras conocerse los primeros contagios en la Comunidad de Madrid y Cataluña, todos relacionados con el virulento foco de Italia, Illa pidió “no caer en alarmismos” y señaló que “no es necesario ir con mascarillas por la calle”.
El 28 de febrero, aún teniendo ya 30 casos registrados en España, el Gobierno decidió seguir manteniendo el escenario de “contención”, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había elevado el riesgo de expansión de “alto” a “muy alto”.
Con 10 comunidades afectadas, se resistían a anular eventos, como el 8-M, porque traería "consecuencias muy gordas"
El documento, señalaba ya en enero que “la emergencia mundial subraya la necesidad de una respuesta rápida para caracterizar este nuevo virus emergente”. Sin embargo, un mes más tarde, cuando el coronavirus afectaba ya a 10 comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad seguía descartando la anulación de eventos o la restricción de la libertad de movimientos porque ello traería “consecuencias muy gordas” (sic), según dijo entonces Simón.
El documento del CSIC advierte de que la situación generada por el Covid-19 “comienza a ser muy preocupante en la semana del 9 de marzo, especialmente en la Comunidad de Madrid”. Sin embargo, y aunque el número de contagiados ya es de 1.204, Sanidad se limita a recomendar el cuidado domiciliario de los mayores, de las personas con enfermedades crónicas o multipatologías “limiten” las salidas de casa. Un día más tarde, el 10 de marzo, el Gobierno adoptó, como única medida a destacar, la anulación de todos los eventos en espacios cerrados de más de 1.000 personas.