El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, tiene previsto solicitar al Tribunal Supremo que reconsidere aceptar varias pruebas periciales para el juicio del "procés" que le fueron denegadas, entre ellas un informe realizado por dos expertos de Scotland Yard sobre el 20 de septiembre y el 1 de octubre de 2017.
Será una de las cuestiones que planteará la defensa de Cuixart, acusado de rebelión, el próximo martes durante el trámite de las cuestiones previas del juicio, según han informado fuentes jurídicas.
La abogada de Cuixart, Marina Roig, volverá a solicitar la práctica de tres pruebas periciales que el tribunal denegó y que considera de especial relevancia para la defensa del presidente de Òmnium, para quien la Fiscalía pide 17 años de prisión.
Una de ellas es un informe realizado por dos expertos de Scotland Yard elaborado a raíz de vídeos sobre los sucesos del 20 de septiembre frente a la Conselleria de Economía y del referéndum del 1-O, aportados a la causa por las acusaciones y las defensas y algunos de los cuales fueron grabados por las propias cámaras de seguridad de la Conselleria.
Cuixart, que es el único acusado que no es político, también quiere que se acepte otro análisis elaborado a partir de informaciones de cinco medios de comunicación sobre el 1 de octubre en relación a la actuación policial; y otro sobre la actividad en las redes sociales durante el 20-S.
Contra el relato de la Fiscalía
Lo que intenta conseguir el presidente de Òmnium con estas periciales es desmontar el relato de la Fiscalía en relación a la violencia en ambas convocatorias e incidir en que únicamente se estaba ejerciendo el derecho de manifestación y reunión de forma pacífica y cívica, según las fuentes.
Cuixart no está entre los acusados que solicitaron de nuevo más tiempo al tribunal para preparar su defensa, si bien presentó un escrito el pasado lunes ante el Supremo en el que ponía de manifiesto que no cuenta con las pruebas documentales del resto de las defensas y, por tanto, no ha podido estudiarlas; un asunto que, según sus abogados, podría ser objeto de suspensión del juicio.
El escaso plazo entre el auto de admisión de prueba, dictado el pasado viernes, y el inicio de juicio, previsto el próximo martes, fue uno de los motivos por los que el tribunal reconsideró su idea inicial de comenzar el juicio esta semana y le dio a las defensas algo más de tiempo, 11 días.