La delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, ha instado al Govern del president Quim Torra a dialogar con el Ejecutivo central que preside Pedro Sánchez y ha señalado que la Generalitat "tiene una cita el 9 de julio --cuando se reunirán los presidentes Quim Torra y Pedro Sánchez-- para empezar a hablar".
En una entrevista de El País, ha sostenido que será "muy difícil" alcanzar un acuerdo con la Generalitat, pero que tienen la voluntad de sentarse y negociar, y ha recordado que las encuestas recientes dicen que el 70% de los catalanes quieren arreglar el sistema de financiación.
Asimismo, ha criticado que el independentismo "está situado en una posición radical y tiene dificultades para modular su discurso, pero la política tiene la obligación de buscar espacios de convivencia que ahora están rotos".
Aunque ha reconocido que la situación en Cataluña no se solucionará "en un verano ni en un año", ha insistido en que el Gobierno ha hecho una oferta para reformar la Constitución y el Estatut, y que hay mecanismos para llegar a un pacto que se deben aprovechar.
Sobre la demanda del independentismo de celebrar un referéndum pactado, ha apuntado que "hace muy poco se burlaban de quién pedía un referéndum pactado, decían que era pantalla pasada".
"¿Cómo sé que no siguen yendo de farol ni cuánto va a durar?", ha cuestionado en referencia a las declaraciones de la exconsellera de Enseñanza Clara Ponsatí.
1 de octubre
Cunillera ha lamentado las cargas policiales del referéndum del 1 de octubre: "No hay ser humano que pueda contemplar lo que pasó aquel día sin removerse".
Ha alertado de que "el origen del 1 de octubre está en el 6 y el 7 de septiembre, cuando en el Parlament se vivió un desafío a la Constitución, al Estado y una marginación política brutal de la oposición".
"Si olvidamos eso enfocaremos mal el análisis del 1 de octubre, pero los sucesos de aquel día y la confrontación nunca debieron producirse", ha añadido.
Asimismo, ha sostenido que al 1-O se llegó "porque hubo errores políticos de bulto" y ha acusado al Gobierno de Mariano Rajoy de no entender lo que estaba sucediendo en Cataluña.