Dolores Cospedal se apunta al suspense. Arranca el plazo para la presentación de candidaturas a la presidencia del PP de Castilla la Mancha sin que su actual jefe de filas haya desvelado sus intenciones. Este fin de semana hubo conciliábulos y movilizaciones entre los suyos. Intensa campaña en las redes a favor de su reelección y encuentro sigiloso en Toledo entre los cinco presidentes provinciales en esa misma dirección.
La secretaria general mantuvo la silla pero perdió atribuciones en el Congreso Nacional del partido. Mariano Rajoy le colocó al muy leal Fernado Maíllo como coordinador general de la sala de máquinas de Génova. Una enmienda inesperada y nocturna casi echa por tierra sus planes. Un grupúsculo crítico, precisamente de su comunidad, pretendió defenestrarla en el apacible Congreso. Toda una advertencia a la 'número dos' de la formación..
Existe un amplio y creciente sector del PP que se muestra contrario a que puedan simultanearse cargos en el partido y el ejecutivo. A cualquier escala. Local, provincial o nacional. Los Estatutos aprobados en el cónclave de los 'populares' estrechan ahora el cerco a las compatibilidades, en especial para diputados y eurodiputados. Un gesto que señala hacia dónde va la nueva cúpula de la formación.
La renuncia de Maíllo
El tercer sillón de Cospedal está en juego. Ministra y secretaria general, no ha descartado hasta ahora mantenerse al frente del PP de su Comunidad. Una decisión que aún no ha hecho pública y sobre la que mantiene abiertas las dudas. "Sin toque de atención que recibió en el Congreso Nacional, quizás ni se lo plantearía. Ahora las cosas son distintas", señalan fuentes de Génova. Maíllo, por ejemplo,dimitió hace unos días como alcalde de su pequeño pueblo, Casaseca de las Chanas (Zamora) igual que en su día renunció al a la presidencia de la diputación de su provincia. Todo un mensaje sutil hacia la secretaria general, comentan en su entorno.
"Una persona, un cargo", fue la propuesta presentada por la propia Cospedal en la Conferencia política del PP de julio de 2015. Poco se hizo entonces. Rajoy estaba preocupado con el retroceso electoral de las municipales y se preparaba para estimular al partido ante la cita de las catalanas y generales. La sensibilidad de las bases es creciente en torno a la democratización interna y a la participación de los afiliados.
Vicente Tirado, actual secretario general del PP en la región, mano derecha firme y fiel de Cospedal, podría encaramarse en el puesto, en el caso de que no se posible la continuidad. Una fórmula de continuismo sin sobresaltos. "Si sale elegido Tirado es como si siguiera Cospedal", dice un veterano militante de la región. "Casi sería lo mejor. Acaparar cargos empieza a estar mal visto en el PP", añade.