El giro del ‘no’ a Mariano Rajoy a la abstención, cada vez hace más sangre dentro del PSOE. Los diputados que siguen fieles a la primera opción se esforzaron este jueves en difundir su interpretación de la jugada después de escuchar a su portavoz, Antonio Hernando, criticar las políticas del PP y, al mismo tiempo, defender su continuidad en La Moncloa: “la legislatura será un paseo militar para Rajoy”. En el PP esto no se tiene tan claro, pero se subraya en rojo la advertencia que su candidato lanzó a todos los grupos de la oposición: tan malo es no tener Gobierno como no poder gobernar, ya que eso abocaría a nuevas elecciones.
Pedro Sánchez recibe consejos contradictorios de sus más allegados y se plantea dejar el escaño o votar 'no' a Rajoy
Los diputados que militan en el bando contrario a la abstención, siete del PSC, dos de Madrid, otros dos de Baleares, otros tantos de Galicia, uno de Zaragoza y otro del País Vasco, han trasladado a Pedro Sánchez opiniones enfrentadas sobre lo que debe hacer con su escaño. Unos le han aconsejado que hoy mismo entregue su acta de diputado para sentirse liberado y poder competir con las manos libres por la secretaría general en el próximo congreso. A partir del lunes, cuando se forme Gobierno, aseguran, la gestora que preside Javier Fernández ya no tendrá excusa alguna para retrasarlo hasta la primavera. En cambio, otros le han recomendado que resista, que no deje a Patxi López la voz de la disidencia en el grupo parlamentario porque acabará traicionándole, y que el sábado dé la cara votando ‘no’ a Rajoy.
En la mentalidad de alguien tan introducido en el PSOE como Javier Fernández no cabe que un exsecretario general desobedezca al comité federal y se pase por el arco del triunfo lo que ordena hacer el máximo órgano del partido entre congresos. Sería tanto como declararse formalmente en rebeldía y tomar la dirección hacia el Grupo Mixto. Sánchez tampoco lo tiene fácil si mantiene el escaño y el sábado se abstiene, pues dejaría colgados de la brocha a todos los que le han secundado en los últimos meses y están dispuestos a dar la cara por él hasta el final rechazando la investidura de Rajoy.
Para la federación andaluza es primordial rematar a Sánchez para dificultar que entre en competición con Susana Díaz en la carrera hacia la secretaría general. Tiene dos formas de hacerlo: presionarle para que deje el escaño, algo que ya ensaya haciéndole el vacío en el grupo parlamentario, u obligándole a abstenerse renunciando a su discurso, como ha hecho Antonio Hernando. Fuentes cercanas a Sánchez descartan de plano esta última posibilidad. Es más, están convencidas de que si continúa la presión de la gestora sobre los diputados sanchistas a favor de la abstención, puede producirse un efecto rebote y que, al final, los disidentes este sábado sumen más de 15. Es decir, una contestación residual en un grupo parlamentario de 84 parlamentarios, se convertiría en un plante que, numéricamente, dejaría a Pablo Iglesias como líder efectivo de la oposición.
Generosa atención a Podemos
Pese a la prudencia con la que Rajoy trató este jueves la crisis interna del PSOE, a la que se refirió solo de manera indirecta, en las filas socialistas molestó la generosa atención que le prestó en su respuesta al líder de Podemos, convirtiéndole de manera sutil en el referente de la izquierda. De hecho, lo que el candidato del PP le aconsejó al Partido Socialista es que no exagere sus diferencias con él porque no son tantas en ninguna de las políticas básicas para el Estado. La intervención del presidente en funciones, sumada a la que hizo Antonio Hernando, ha llevado a interpretar al sector sanchista que la gestora ha regalado a Podemos el cartel de la oposición, sin pactar siquiera con La Moncloa que se apague la voz de Pablo Iglesias y sus colaboradores en las mismas televisiones privadas que les lanzaron a la fama.
Para el sector sanchista, la gestora que preside Javier Fernández ha regalado a Podemos el papel de oposición
Como balance singular del debate finalizado este jueves, los socialistas que acabaron con Sánchez en el comité federal del domingo colocaron el fin provisional de la reválida como la mejor demostración de que pueden condicionar ya mismo la tarea de Gobierno. Para los diputados rebeldes, se trata de una victoria pírrica, casi anecdótica. Muchos de ellos estarán el domingo pegados a la pantalla de televisión para ver si Salvados redime a su líder.