Para muchos de los asistentes al acto protagonizado por Susana Díaz este domingo en Madrid, el discurso de la presidenta andaluza se asemeja mucho al de los buenos tiempos de Juan Domingo Perón en Argentina. Es evidente que Díaz no va a dejar que Pedro Sánchez le robe el alma izquierda que anida en un sector del PSOE, lo que abre, según fuentes socialistas, una guerra sin cuartel entre ambos en la carrera hacia las primarias, con Patxi López mirando desde la cuneta.
En el PSOE se prevé una competición fraticida por sintonizar con el alma izquierda del partido, decisivo en las primarias de mayo
De la apertura de esta guerra da buena cuenta lo escuchado ayer en la localidad valenciana de Burjasot en boca de Sánchez, poco después de la intervención de Díaz en Madrid. Sus palabras anticipan el carril por el que discurrirá la campaña hasta mayo. Ante cerca de 4.000 personas, el exsecretario general habló de la “fuerza imparable que surge de la base” para sentenciar que el cambio en su partido vendrá de abajo, no de arriba. “El PSOE del siglo XXI tendrá dirigentes que no hablen desde arriba a sus afiliados, sino al mismo nivel”, señaló.
Sánchez asumió en esta dirección varios compromisos ante la militancia socialista, que será la que tenga la última palabra en las primarias. En primer lugar, hará una dirección “tan a la izquierda como sean sus votantes y afiliados”. Y en segundo lugar, el PSOE “no estará al lado del PP, estará enfrente de Rajoy y de sus políticas conservadoras”.
Sánchez exhibe que encabeza la candidatura de la militancia porque cree sintonizar con quienes defienden “un PSOE creíble y a la izquierda” en el que los afiliados sean quienes pongan y quiten con su voto al secretario general. Con este enfoque, propone hacer de las primarias “el kilómetro cero de la regeneración que necesita España”. En su opinión, los militantes socialistas elegirán en mayo entre dos opciones: un partido del siglo XX o del siglo XXI o, también, “el PSOE de la abstención a Rajoy, o el PSOE que quieren los afiliados y nuestros votantes, un partido unido, autónomo y de izquierdas, coherente y creíble, donde la militancia decida”.
No a los Presupuestos
El exlíder socialista va a intentar que el apoyo de la mayor parte de la jerarquía del PSOE a Susana Díaz se le vuelva en contra a la presidenta andaluza. “Hay que hacer de las primarias un canto al futuro, no un ejercicio de nostalgia”, dijo ayer en Burjasot, donde anunció también que si gana esta consulta, el PSOE volverá a convertirse en el “enemigo número uno del PP” y no dará su apoyo a los Presupuestos.
La tarea que tiene por delante, pues, Susana Díaz en el recorrido “por todos los rincones de España” anunciado ayer domingo es convencer a la mayoría de los 170.000 afiliados con que cuenta el PSOE de que su discurso “peronista” responde a una identificación real con las bases del partido y no solo con los aparatos regionales que la apoyan.
Pedro Sánchez respondió ayer a la presidenta andaluza que si gana, se convertirá en el enemigo número uno del PP
“Esta pelea se va a convertir en una guerra sin cuartel para demostrar quién es más de izquierdas, pugna en la que la imagen del partido puede quedar todavía más desnaturalizada”, comentaban ayer tarde fuentes socialistas, preocupadas por la deriva que puede llegar a tomar esta competición sin cuartel, dificultando las posibilidades que habría de conseguir un pacto “fraternal”, el que ayer defendió la presidenta andaluza, después del 39º congreso de junio.