La unidad del Congreso frente al independentismo ha quedado rota por el último vaivén del PSOE. Los diputados socialistas han votado en contra (salvo cuatro que se han abstenido) de una proposición no de ley (PNL) que Ciudadanos llevó a la Cámara baja para respaldar al Gobierno en su respuesta al referéndum independentista del 1-O. El PSOE ha terminado, por tanto, votando lo mismo que Unidos Podemos y los independentistas.
El partido de Pedro Sánchez encontró en su propuesta de Comisión territorial para el día después la excusa perfecta para descolgarse de la iniciativa de Ciudadanos. Así, presentaron una enmienda de adicción en la que incluían esta mesa de estudio parlamentaria como condición inexcusable para votar a favor de la PNL. Sin embargo, Ciudadanos lo dejó claro desde el primer momento: "No vamos a buscar una salida pactada con los golpistas". Ahí el choque frontal. El partido centrista no piensa sentarse con el PDCat de Carles Puigdemont (ERC ya ha dicho que no estará).
Y es que la enmienda de adición que formuló el PSOE emplazaba al Congreso a "abrir un espacio de diálogo y a buscar una salida pactada y legal que permita desterrar la división y reforzar la convivencia de todas las sensibilidades". Para el partido de Albert Rivera, como él mismo se encargó de recalcar desde la tribuna, "traer aquí un pacto con Puigdemont no es manera de salir unidos hoy".
"No estoy de acuerdo en pactar con los nacionalistas, usted quieren una nación de naciones y yo una nación de ciudadanos, Por favor, no es momento de buscar la discrepancia. La mayoría de sus cargos públicos, de sus concejales en Cataluña están hoy dando la cara en Cataluña", enfatizó Rivera.
"Hoy no es momento de romper la unión. Si no somos capaces de votar estos cuatro puntos, lo tenemos muy complicado para defender la democracia de este país. Tengo un proyecto distinto del PP y del PSOE, pero en estos estamos juntos", subrayó.
"Algunos no nos jugamos sólo defender la democracia sin no que los golpistas nos quiten nuestra nacionalidad, que nos quiten nuestros derechos fundamentales y libertades", concluyó Rivera, al que no aplaudió nadie de la bancada popular. Ningún miembro del Gobierno estaba presente en el hemiciclo.
La gestión del día después al 1 de octubre enfrenta a PSOE y Ciudadanos y eso que la la 'Comisión Cataluña' propuesta por los socialistas es aceptada por el PP. La diputada socialista Meritxell Batet afirmó en la defensa de su enmienda que "toda solución y toda propuesta tiene que contribuir a la cohesión social, a la negociación y por tanto a las renuncias para acabar en un consenso. El Congreso debería servir para compartir que no se escucha que si queremos resolver esta crisis territorial, no podemos estar buscando vencedores y vencidos, porque eso nos conduciría al fracaso", ha señalado Batet.
La diputada socialista acusó a Ciudadanos de que sólo traía esta iniciativa "para salir en la foto, alimentar frentes y bloques, para dividirnos más entre quienes compartimos elementos esenciales". Con su actitud en esta iniciativa si suman voluntades, ni proponen soluciones, ni ayudan a la cohesión social, ni ayudan a mantener un diálogo sincero", agregó.
"Hay un después y un post 1 de octubre, donde es imprescindible abrir soluciones políticas y crear escenarios de diálogo. Nuestra misión es evitar que el 2 de octubre estemos en la misma situación que hoy", apostilló Batet.