El proceso de votación interna para elegir a los compromisarios que acudirán a la IV Asamblea General de Ciudadanos (4-5 de febrero) ha revelado que el partido tiene bastantes menos afiliados de lo que se pensaba. Al menos en lo referido a militantes activos. Aunque la cifra con que se cerró el censo para el cónclave era de 30.856 inscritos, la consulta ha desvelado que 8.091 de ellos (el 26%) no puede considerarse afiliado de pleno derecho por no cumplir con todas las obligaciones. Principalmente, por no estar al día de las cuotas que la formación establece. Esa es la explicación que dan los de Albert Rivera para dejar en 22.765 el volumen total de militantes naranjas y celebrar que el 42% de ellos haya votado en este proceso previo a su primer congreso desde la expansión nacional. El “récord” de participación en la historia de C’s, como destacó ayer su presidente.
En total, fueron 9.561 personas las que se movilizaron este fin de semana para designar a los 479 compromisarios de la Asamblea que se eligen por esta vía. La cifra representa el 31% del censo que se hizo oficial en noviembre y el 42% del considerado 'activo'. En las primarias para elegir candidatos a las generales de 2015 votaron 8.068 afiliados de un total que se estimó en 25.495 (31’65%).
Si ahora se puede hablar de una subida de once puntos en la participación es porque se ha cribado ese censo para no contabilizar a los que un día se dieron de alta en el partido pero luego no han cumplido con sus obligaciones. Los militantes de Ciudadanos deben pagar una cuota mínima de diez euros al mes -cinco en el caso de jóvenes, pensionistas y desempleados- y los estatutos recogen que para poder participar en las decisiones internas “será necesario estar al corriente de pago”.
La Comisión de Garantías de la formación emitió un comunicado este lunes recogiendo los datos del proceso de elección de compromisarios y subrayando la bajada de la abstención respecto a otras ocasiones. Y ello pese a que más de la mitad de los activos (58%) no atendió la llamada. Concretamente, el texto decía: “Se ha batido el récord de participación de la historia de C’s. En la votación de compromisarios, en la que han participado el 42% de los afiliados de Ciudadanos, #EspañaCiudadana ha obtenido el 70’6% de los votos emitidos con el sistema de listas abiertas. La participación, de casi diez mil afiliados, constituye un récord respecto de anteriores procesos internos de consulta”.
Podemos movilizó en diciembre una cifra de militantes diez veces mayor de la marcada ahora por Ciudadanos
Similares palabras eligió Rivera para felicitarse por las cifras -“si tenemos una participación récord en el partido me parece que es bueno celebrarla”- y dar las “gracias” a las bases por esa movilización. Lo hizo al presentar a la que será su nueva Ejecutiva tras la Asamblea de dentro de unos días, destacando también que se haya contabilizado un total de 222.366 votos. Y es que con el sistema de listas abiertas cada militante debía apostar por varios candidatos, un cupo que se repartía en función del peso de cada territorio y que ha arrojado una media de 23 elecciones por afiliado.
La cifra de participantes, en todo caso, sitúa a Ciudadanos muy por detrás del resto de partidos nacionales en cuanto a músculo y estructura. Diez mil afiliados movilizados y 23.000 inscritos son números muy bajos con respecto a los que marcó Podemos en su última consulta -casi 100.000 votantes-, los más de 800.000 militantes que el PP presume de tener o los 180.000 que actualmente componen el censo del PSOE. No obstante, solo en este último caso -y en el ya mencionado de C's- se contabiliza exclusivamente a personas que pagan cuota: los partidos de Pablo Iglesias y Mariano Rajoy introducen en sus cálculos a todos los afiliados, con independencia del grado de compromiso.
Preguntado en rueda de prensa por este bajón en el censo, Rivera se remitió a la Comisión de Garantías y eludió entrar al fondo de la cuestión. Tampoco el partido le dio más importancia, y es que su secretario de Organización, Fran Hervías, había reconocido a finales de año que la cifra de casi 31.000 afiliados incluía un volumen importante de morosos que todavía estaban a tiempo de "ponerse al día". De no hacerlo, no podrían participar en ningún proceso interno.
Hervías calculó en declaraciones a Europa Press en un 20% ese volumen, que finalmente ha sido seis puntos superior y ha entrado en la horquilla estimada por la corriente crítica TranCsparencia, que denunció que la cúpula del partido había "hinchado artificialmente" el censo entre un 20% y un 50% para favorecer los intereses de Rivera. La formación lo negó, asegurando que solo trataba de dar una oportunidad a los deudores que habían "cambiado de cuenta corriente o pasado por una situación económica difícil". Unas semanas después, más de ocho mil militantes salen del cómputo global y así se puede concluir que la elección de compromisarios ha sido un éxito al haber movilizado al 42% de las bases.
El cónclave, un trámite
La principal implicación de la consulta naranja es que convertirá el cónclave de febrero en un auténtico paseo militar para Rivera. Pese al ruido que han hecho en las últimas semanas las facciones críticas, su presencia en la Asamblea será testimonial o directamente nula. Más del 80% de los delegados son afines a Rivera, por lo que este tiene ganado de antemano cualquier debate estatutario, estratégico o táctico que pueda darse. Y lo mismo ocurre con la elección de los nuevos dirigentes, por si cabía alguna duda. La correlación de fuerzas deja a los críticos como un grupo muy minoritario en la organización: solo pueden aspirar a aglutinar un índice de contestación modesto, que difícilmente alcanzará el 10%.
Las candidaturas de #EspañaCiudadana, promocionadas por el líder naranja, se adjudicaron 337 de los 479 puestos de la Asamblea que eligen las bases, mientras que las listas de los críticos solo pudieron sumar 27. Todos ellos pertenecientes a Mejor Unidos, la facción liderada por Jordi Cañas en Cataluña que defiende mantener la referencia al socialismo democrático en el ideario naranja y apostar por una actitud más combativa e intensa frente al nacionalismo.
Los críticos tendrán una representación testimonial en la Asamblea naranja
Las otras cuatro corrientes que presentaron candidaturas no lograron ni un solo representante. Ni siquiera TransCsparencia, el grupo de críticos que con más energía se ha levantado contra la gestión de Rivera. Hay otros 115 compromisarios que han logrado un puesto presentándose por su cuenta, parte de los cuales son también afines al actual presidente. Como lo son la mayoría de miembros natos de la Asamblea -los 37 miembros de las Ejecutivas entrante y saliente y muchos de los 70 que componen el Consejo General-.
De modo que Rivera tiene el apoyo total de entre el 80% y el 90% de los delegados, pese a lo cual ayer se dijo dispuesto a “transaccionar” con los críticos y estudiar algunas de sus reivindicaciones. Igualmente, no quiso dar nada por sentado respecto a las decisiones internas y pidió ser respetuoso con los plazos y con lo que la Asamblea General acabe determinando. Lo que sí hizo fue ensalzar que en C’s “la inmensa mayoría” comparte el mismo proyecto -“este partido es plural, pero también es un partido muy unido”- y animar a los discrepantes a superar el rol de “comentaristas” y presentar su propia lista para la Ejecutiva. Una operación que sería simbólica, puesto que sus posibilidades de competir han pasado de ser escasas a nulas.