La decisión de Gaspar Llamazares de concurrir en las elecciones generales del 28 de abril con Actúa, el nuevo partido impulsado junto al ex juez Baltasar Garzón, peligra con fragmentar aún más el espacio de la izquierda alternativa al PSOE. Podemos aspira a liderar ese segmento y confía en que Izquierda Unida mantenga fe al acuerdo que dio vida a Unidos Podemos. Mientras, se prepara para evitar que Llamazares y Garzón roben votos valiosos en unos comicios que se prevén muy reñidos.
En el partido de Pablo Iglesias hay dirigentes que incluso temen que Íñigo Errejón, después de su salida de Podemos y su inclusión en Más Madrid, acabe apoyando en la sombra a Actúa. Fuentes de Podemos aseguran que entre el equipo de Actúa y el de Errejón hubo en estos últimos días “contactos”. Pero de momento toda apunta a que Errejón, y por ende su mano derecha, Tania Sánchez, se han decantado por no acercarse a Llamazares y Garzón. “Ha ganado Tania [Sánchez]”, comentan miembros de la formación morada, conscientes de que era sobre todo la alcaldesa, Manuela Carmena, la que empujaba para dar apoyo a Actúa.
Todo es susceptible de cambiar y en Podemos saben que la campaña electoral tendrá muchos frentes. Se mantiene, por lo tanto, la necesidad táctica de no subvalorar a Actúa y evitar que por ese canal se acaben perdiendo votos importantes. El hecho de que el partido de Iglesias haya decidido personarse en las investigaciones en la que está involucrado el ex juez Garzón apunta al deseo de los de Iglesias de tener munición en caso de un conflicto electoral directo.
Se añade a ello que entre Llamares e Iglesias hay cierto resentimiento. Llamazares dejó IU tras acusar a Alberto Garzón, coordinar de IU, de haber entregado el partido a Podemos. Y la relación entre Iglesias y el líder de IU es de momento muy estrecha.
Estreno del comité de campaña
Este lunes, Podemos ha celebrado su primera reunión del comité de campaña. Fuentes de este comité aseguran a Vozpópuli que el ánimo general es positivo y que la reunión ha sido sobre todo de "organización con los territorios". En un escenario de elevada fragmentación, Podemos cree que de revalidar los cinco millones de votos “estaría muy cerca de ser una de las fuerzas más votada en las elecciones del 28 de abril”. “No es un objetivo imposible porque así fue hace tan solo tres años”, añaden fuentes del comité de campaña.
Más allá de este dato, crecen las voces que esperan que la vuelta de Iglesias tenga un efecto electrizante. Uno de cada tres electores no dice lo que votará. Para llegar a ese importante nicho electoral, saben que es necesario que no se pierdan votos en el camino.
Iglesias volverá a finales de marzo de su baja de paternidad y se espera que lo haga con una propuesta o un evento cargado de interés electoral. En el entorno de Iglesias se está hablando de esto, aunque todo está bajo secreto. Lo más probable es que Iglesias trate de mover el debate político hacia un terreno en el que se sienta cómodo.
Más allá de sus competidores a la izquierda, Podemos también tiene previsto pelear fuerte contra el PSOE. Su plan sigue siendo intentar revalidar los cinco millones de votos de 2016. “Movilizando a todos los que votaron hace cuatro años, Unidos Podemos disputaría ser la fuerza más votada en las elecciones. ¿Por qué no? Las encuestas no paran de fallar”, argumentan desde el comité de campaña de Podemos.