Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha decidido que su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, aparezca "lo imprescindible" en TV3 para no encrespar más los ánimos de los radicales soberanistas, que le acusan de haberse plegado a los intereses del PSOE por su defensa encendida de la investidura de Pedro Sánchez, confirman a Vozpópuli diversas fuentes políticas y de la propia cadena.
Ese distanciamiento emocional de Rufián había llegado a ser objeto incluso del programa satírico estrella de la cadena, Polònia, y empieza a poner en un brete a los de Junqueras frente a sus socios de JxCat, las CUP y la radicalizada Asamblea Nacional de Cataluña (ANC).
En esos ambientes, el portavoz es motejado despectivamente como Rufián i Lleida, un juego de palabras con el apellido del que fuera histórico portavoz en el Congreso de Convergencia i Unió (CiU), Josep Antoni Durán i Lleida, convertido por obra y gracia del procés que empezó en 2017 en la quintaesencia del "botifler" (traidor).
Más Aragonés, Torrent, Sabriá y Vilalta
A partir de ahora, los referentes del independentismo republicano en TV3, a la espera de que su líder, Oriol Junqueras, salga de prisión, van a ser el vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, el presidente del Parlament, Roger Torrent; el portavoz en esa Cámara, Sergi Sabriá, o la portavoz del partido, Marta Vilalta. Sin dejar de lado a una figura en ascenso desde el inicio de las negociaciones con los socialistas, Josep María Jové, imputado en el 1-O.
Precisamente, la inclusión de Jové junto a Rufián y Villalta en la delegación de ERC que negocia con el PSOE la investidura de Sánchez ya tenía una clara intención: frenar el protagonismo del portavoz en el Congreso, quien no oculta su buena sintonía con la cabeza de delegación socialista, la vicesecretaria general, Adriana Lastra.
Los independentistas se informan cada vez más por TV3 y ERC no quiere tener problemas en un año en que va a haber adelanto electoral y puede ganar a JxCat
El hecho de que los independentistas se informen cada vez más a través del canal público, controlado por la propia ERC y Junts pel Cat, y que tanto los Comité de Defensa de la República (CDR) como la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC) y la CUP ya hayan protagonizado incidentes contra Rufián tras la sentencia del 1-0 también han contribuido a su apartamiento.
Porque el cambio del que fuera enfant terrible en el Congreso durante la legislatura 2016/2019, incluidos sonados episodios de enfrentamiento con la entonces presidenta de la Cámara, la popular Ana Pastor, ha sido más que notorio: desde las "155 monedas de plata" que le espetó en un tuit a Carles Puigdemont para forzarle a declarar la República el 27 de octubre de 2017, pasando por el episodio de la impresora en el Congreso, sus pasadas excentricidades contribuyeron a forzar su imagen vitriólica.
La marcha de Tardá
Todo cambió en las elecciones del 29 de abril de este año con la desaparición del veterano Joan Tardá de la portavocía de ERC en el Congreso y su sustitución por Rufián. Hasta entonces, Tardá, con fama de afable y dialogante, había ejercido en Madrid de hombre de Estado y el hoy portavoz hacía de malo porque así quiso la propia ERC ese reparto de papeles en la época del referéndum ilegal.
La impresora quedaba atrás y, con un grupo parlamentario mayor dado el crecimiento de ERC en esas elecciones, Rufián se vio obligado a moderar su papel para irritación de los más radicales del independentismo -de manera destacada un Puigdemont que no le perdona aquellas 155 monedas de plata que le llevaron a huir- fue el debate de investidura del 22 de julio.
Ahí, en medio del desabrido enfrentamiento que protagonizaron quienes estaban llamados a ser socios, el candidato Sánchez y Pablo Iglesias, sobresalió la figura de un Gabriel Rufián que abroncó a ambos por ese acto fallido con la frase: "debería darles verguenza; se arrepentirán".