La declaración de intenciones que hicieron este lunes el líder de Podemos, Pablo Iglesias, su secretario de Organización, Pablo Echenique, y el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, han desencadenado otra choque de posiciones en el seno de la formación morada. Estos tres dirigentes abrieron la puerta a una nueva relación, más estrecha entre Podemos e IU, algo que ha sido contestado este martes por el secretario Político de la organización violeta, Íñigo Errejón.
En rueda de prensa en el Congreso, el portavoz parlamentario de Unidos Podemos ha afirmado que no comparte que su partido pueda "disolverse" o "fusionarse" en una "suma de siglas". "Nadie me para por la calle para preguntarme si vamos a disolvernos en otra organización. Tenemos muchas tareas pendientes de las que debemos ocuparnos nosotros", ha sentenciado Errejón.
Así mismo, ha comentado que Podemos e IU sólo comparten "grupo confederal, iniciativas parlamentarias y polos electorales", pero, en ningún caso, un proyecto de "disolución" o "fusión". Frenta a esta posibilidad, que todavía dice no haber escuchado como propuesta, él ha apostado por un Podemos "autónomo e independiente" con un "objetivo más ambicioso: la construcción de una mayoría popular nueva". En todo caso, ha apuntado que si alguien en Podemos plantea y pone sobre la mesa alguna "modalidad de fusión", esto se debatirá en Vistalegre II.
En la misma dirección se pronuncian a través de la redes sociales los afines a Errejón, entre ellos el director del Instituto 25-M Democracia, Jorge Lago. En una crítica abierta a los pablistas, Lago señala que "sin duda será necesario encontrarse y sumar fuerzas, de cara a las distintas elecciones que vengan, con las fuerzas políticas que mantengan una misma determinación contra los recortes de derechos y el secuestro de la democracia", pero subraya que "no podemos disolver y arruinar la fórmula que nos permitido llegar más lejos que nunca".
En esta línea, el responsable de Cultura de Podemos sostiene que la "hipótesis" que representa la formación morada, la que "consiguió convencer a más de cinco millones de personas", puede ser arruinada por el aparato del partido si éste cae en una acumulación de partidos de izquierda, "fórmula una y mil veces ensayada y que no ha conseguido en las últimas tres décadas" hacer frente a "los tres desafíos a los que nos encontramos: frenar el avance del neoliberalismo, superar la impotencia socialdemócrata y cortar el paso a las derivas xenófobas y reaccionarias a ambos lados del Atlántico".
Lago arremete contra la acumulación de partidos de izquierda como "fórmula una y mil veces ensayada" en las "últimas tres décadas"
Iglesias abogó este lunes por la necesidad de "consolidar un espacio político amplio y plural" con IU y el resto de sus aliados (En Comú Podem, En Marea, Compromís...) pero no "por arriba" sino "por abajo", a través del "encuentro de las bases y en los movimiento sociales", para que las militancias "se vayan acostumbrando" a que se pueden construir "espacios de convivencia" respetando sus "diferencias".
En la misma línea se pronunció Alberto Garzón, que propuso "superar IU lo antes posible" y "construir un nuevo espacio político" con el partido morado dentro de la coalición Unidos Podemos, bajo la cual concurrieron ambas formaciones a las elecciones generales del pasado 26 de junio.
El resultado del 26-J
Sin embargo, la idea de acudir a las urnas dentro esta coalición fue cuestionada por los errejonistas tanto antes de los comicios como después, cuando se comprobó que Podemos e IU se habían dejado un millón de votos por el camino con respecto a las elecciones de seis meses antes, las del 20-D.
Por su parte, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, señaló que el propósito de su partido y el de IU es el de "fortalecer" esta alianza, un asunto que se abordará en la próxima Asamblea estatal de la organización violeta, prevista para principios de año.