La ofensiva desplegada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para fijar el rumbo del partido en pleno debate estratégico, aprovechando la crisis del PSOE, no ha intimidado a los que defiende una versión aperturista de la formación morada. Al contrario, los leales al secretario Político y número dos de Podemos, Íñigo Errejón, lejos de amilanarse, continúan firmes en sus convicciones e incluso alertan del final abrupto que espera el partido si no opta por la moderación para conformar una “mayoría social”.
Tanto el viernes, en el macro-acto con los círculos, evento que derivó en una exaltación de su liderazgo, como en el Consejo Ciudadano estatal del sábado, donde el choque de posiciones a puerta cerrada fue sosegado y altamente técnico, Iglesias apostó decididamente por reavivar el discurso más radical y popular de su organización, por un giro más a la izquierda, acompañado de una mayor movilización de la militancia. “En ese trabajo por ser creíbles tenemos que remangarnos para cavar trincheras en la sociedad civil y eso no lo pueden hacer los cargos sino los militantes. Una militancia que lleve el combate de Podemos a todos los espacios de la sociedad civil”, manifestó.
Renunciar a la posibilidad de una mayoría nueva sería lo mismo que renunciar a un país con su gente
Sin embargo, tales pretensiones generan profundo recelo en los errejonistas que ven ellas un parón en la evolución de Podemos: “El tiempo corre ahora en contra de este proyecto”, sostienen fuentes internas. Y es que todo apunta, por el relato de estas fuentes, a que la formación morada no habrá resuelto su debate estratégico para las primarias de noviembre en destacados Consejos autonómicos, como Madrid o Andalucía, ni tampoco antes de la próxima Asamblea estatal -la segunda tras la fundacional de Vistalegre-, todavía sin fecha. Esta última cita será la batalla decisiva y su resultado podría dar lugar a una escisión.
Entre los errejonistas suele hablar siempre muy claro el responsable de discurso y argumentario de Podemos, Jorge Moruno. Este sociólogo, lugarteniente de Errejón en el Consejo Ciudadano estatal, ha alertado del riesgo al que se enfrenta Podemos en el supuesto de continuar, como promueven pablistas y anticapitalistas, por un sendero distinto al de la “transversalidad acorde con la centralidad”. “Renunciar a la posibilidad de una mayoría nueva sería lo mismo que renunciar a un país con su gente. Sería renunciar a construir un orden que se parezca más a lo que Bertolt Brecht describía como ‘lo sencillo que resulta difícil de realizar”, escribe Moruno en un artículo en cuartopoder.es.
Junto a ello, su reflexión sobre lo acontecido el viernes y el sábado, esto es, sobre el empeño de Pablo Iglesias por escorar al partido a un espacio antisistema, circulaba ayer, como palabra de evangelio, entre los errejonistas. El líder de Podemos enfatizó el fin de semana que “ser transversal no es parecerse a Ciudadanos, sino a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH)”. “Pero no es gratis, si te pareces a Ciudadanos te aplaudirán, si te pareces a la PAH, te llamarán violento”, añadió. Sin embargo, Moruno no lo ve así y contesta a Iglesias: “No, Podemos no tiene que parecerse a la PAH, primero porque no puede y porque no puede, no debe”.
Explica el jefe de discurso de la formación morada que “lo que sí puede hacer” esta organización es “generar la contradicciones necesarias para que la PAH y la sociedad puedan moverse mejor”. Moruno habla de la “inconsistencia de cierto mantra que piensa a Podemos como un movimiento social”. A su entender, “desde el terreno donde opera Podemos se tienen que abrir oportunidades (que no sustituir) a la política de movimiento. Podemos no tiene que tutelar la política de movimiento, sino darle aire desde su posición y asumir una relación fluida a la par que tensa”, apostilla.
El legado quincemayista
Así mismo, la mano derecha de Errejón cuestiona que Iglesias utilice el 15-M para instar al partido a fomentar nuevos movimientos sociales mediante ese trabajo de “cavar trincheras” en la sociedad civil. Moreno subraya que “el 15-M fue la sociedad en movimiento y no una suma de movimientos sociales”. “Así pues, más allá de experiencias locales sólo parece quedar la PAH como ejemplo de ‘sociedad organizada’, lo que debería hacernos repensar la situación”, advierte. Un claro mensaje a los pablistas, cuyo núcleo duro integran exportavoces de la PAH como Rafael Mayoral o la jefa de gabinete de Iglesias y portavoz adjunta en el Congreso, Irene Montero. Las familias velan armas.