Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio vuelven a estar envueltos en otra nueva polémica relacionada con obras ilegales. El portavoz de Vox en el Congreso fue condenado en 2010 después de que su mujer, la presidenta de Vox en Madrid, realizara una obra ilegal en su chalet. El proyecto no tenía licencia y burló una orden de paralización.
La sentencia condenaba a Espinosa de los Monteros a una multa de 17.784 euros y a la demolición de su casa, una orden que la le había notificado el Ayuntamiento. Sin embargo, el portavoz de Vox lejos de acatar la orden y derribar la casa, la vendió con la demolición pendiente, sin decírselo a su comprador, que pagó 1,1 millones de euros.
El juez le obliga a demoler la casa
Casualmente, el nuevo propietario es conocido, como el caso del presentador Arturo Valls, y era uno de los productores de la película ‘Ocho apellidos vascos’, David Naranjo. Este descubrió la ‘estafa’ siete años después de lo ocurrido y ahora debe afrontar el gasto, valorado en 22.000 euros, según publica ‘El País’.
El cineasta recurrió la decisión, pero una sentencia firme del pasado mes de julio le obliga a demoler el sótano, toda una nueva planta con cocina en lo que era simplemente una carbonera, y volver a dejarlo como estaba. Por el momento, el cineasta no ha querido hacer declaraciones.
Esta obra ilegal hace que ya sean diez los casos de irregularidades urbanísticas que involucran a Iván Espinosa de los Monteros y a su esposa, la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, que en las fechas de esta operación dirigía un estudio de arquitectura a su nombre y firmaba planos cuando en realidad todavía no había acabado la carrera.
